----Juan tiene buen apetito y además bebe bastante, así que perdonen sus comentarios, ya que cuando esta ebrio no mide sus palabras---- Esto decía Grissa a sus padres cuando JB abrió la puerta de la cocina. ----Alguien quiere más vino--- gritó JB. ----No, estamos bien, porque no vas a la cama mejor, ya es tarde y mañana hay que levantarse temprano---- dijo Grissa. JB se acercó a ella, la tomó por la cintura y trató de colocar la botella de vino sobre una alacena. Lo hizo con tal fuerza que estrelló la botella y el vino se comenzó a derramar. ---Perdón--- dijo JB, quitó la mano de la cintura de Grissa, sacó una servilleta de su pantalón y la dejó caer sobre el pequeño charco de vino. ---No se preocupen, ahora lo limpio--- dijo JB. Grissa mostraba un rostro descompuesto, unos rasgos faciales de tremendo odio hacia JB, incluso hacia el chorro de vino que iba cayendo desde la alacena hacia el piso. Nadie decía nada... entonces, JB se comenzó a quitar la playera azul que llevaba puesta. Con la playera limpió el charco de vino, la exprimió en la tarja y se la volvió a poner. De nuevo se acercó a Grissa y le dijo ----Todo listo, ahora si, a la cama--- Los padres de Grissa estaban sorprendidos de que su hija estuviera con un tipo como JB, No hicieron comentario alguno mientras sucedió aquello, pero en cuanto JB salió de la cocina, la madre de Grissa dijo ---que le pasa a este imbécil, como es posible que soportes este tipo de cosas. No volveremos a venir a esta casa mientras sigas con esta cosa que tienes por no se que... Qué futuro tienes con él. Vámonos Manuel.---- Los padres de Grissa salieron de la cocina y vieron a JB dormido sobre el sillón, recogieron sus cosas y salieron de la casa. Grissa cerró la puerta, pasó frente al sillón donde JB dormía, lo observó con desprecio, movió la cabeza e hizo una mueca y se dirigió a la recamara.
A la mañana siguiente, JB despertó a las 3 de la tarde, se levantó del sillón, se sonó la nariz con su playera y fue hacia la ventana más próxima. Corrió las cortinas y observó que el día estaba nublado. En su vida JB había hecho eso, no le gustaba que la luz entrara por la ventana cuando él despertaba; y mucho menos abrir de par en par las ventanas. Ese día por una extraña razón sintió que tenía que hacerlo. Después, se dirigió hacia la recamara, tocó pero nadie abrió, le gritó a Grissa, pero no obtuvo respuesta. Estuvo un buen rato gritando y como la puerta estaba cerrada con llave, opto por ir al baño. Orinó, abrió una gaveta azul para sacar un enjuague bucal y en vez de eso encontró una botella de Jonhy Walker y al lado un sobre color blanco. Tomó la botella, la abrió, dio un trago y abrió el sobre, agarró el papel que venía dentro y comenzó a leer.
Juan:
Me tengo que ir a Torreón, ayer mientras te emborrachabas me hablaron del Instituto de Nutrición y me dijeron que me tenía que ir. Siento no haberte avisado, pero no quise despertarte; además ayer realmente me hiciste sentir mal. Comiste como cerdo, agarrabas el pollo con las manos y los huesos los aventabas hacia todas partes. Varias veces tomabas comida de mi plato y me decías que te sirviera más, que tenías mucha hambre... Te terminaste 2 botellas de vino y además bebiste cerveza, vodka y no se que tanto. Mis padres se fueron enfadados, hasta amenazaron en no volver a la casa mientras tu siguieras comportándote de esa forma. Ayer intenté decirte que tenía que regresar a Torreón y que sería una estancia de 6 meses por lo menos, pero no me hiciste caso, seguías bebiendo y leyéndome tus espantosos poemas... Juan, lo último que tengo que darte es esta botella de whisky, ya no deseo más seguir contigo. No te quiero. Eres caprichoso, chantajista, solo piensas en ti... Me voy, cuídate. Adiós Juan.
Grissa.
PD: La llave de la recamara está en el primer cajón de la alacena, no se te olvide cerrar bien las ventanas, es un día nublado y quizás llueva. Y lamento no haber escrito una carta más larga pero bien sabes que no necesito decir mucho cuando quiero terminar con algo. Cuídate...
JB terminó de leer la carta, fue por la llave de la recamara, la tiró por el retrete y se sentó en el piso del baño a tomar su botella de Johny Walker.
domingo, diciembre 26, 2004
DEJA DE FINGIR Y LLAMA A SEGURIDAD
JB había metido una solicitud para un empleo que consistía en lavar letrinas en los baños de un centro comercial. Llegó a la entrevista y supuso que no debía ir presentable; vestía un pantalón como 3 tallas más grande que la suya, una sudadera negra llena de manchas blancas y una gorra negra que al parecer estaba sudada. JB tocó la puerta de la oficina de recursos humanos y contratación de personal. Lo recibió una secretaria y lo hizo pasar. -----siéntese señor, en un momento viene la señorita Cross-----, JB fue hacia un gran sillón café, se sentó y tomo un viejo periódico, pensó en el apellido Cross, nunca lo había escuchado. Se imaginó que debía ser una mujer alta, de cabello rizado, con un léxico apropiado y con un automóvil automático de reciente adquisición. Sin interés revisó el periódico y de vez en cuando miraba las nalgas de la secretaria. La música del lugar era demasiado tediosa, todos los temas se parecían; la secretaria movía su pie "rítmicamente" con la música, y en ocasiones hasta movía sus caderas y con sus dedos daba pequeños golpes sobre un archivero. JB estaba aburrido, tenía comezón en los pies y decidió quitarse el tenis derecho, se deshizo de su calcetín roto y se comenzó a rascara la planta del pie. ------Señorita, tendrá una pluma que me pueda prestar---- dijo JB. La secretaria sin decir nada tomó una pluma negra se acercó al sillón y le extendió la mano ofreciéndole la pluma. JB agarró la pluma y vio como se alejaba la secretaria moviendo sus nalgas, JB quitó el tapón de la pluma y comenzó a rascarse la planta del pie, sentía bastante placer al hacer eso, por alguna razón siempre que se rascaba fuertemente la planta del pie tenía una agradable sensación; y de vez en cuando tenía una erección, más cuando lograba tronar algunas ampollas y salía una mezcla de pus y sangre.
Cuando JB estaba terminando de amarrar la agujeta de su tenis, se abrió la puerta y entró alguien que él ya conocía. -----Señorita Cross, este señor la ha estado esperando para la entrevista------ dijo la secretaria. La señorita Cross dirigió su mirada hacia el sillón y se dio cuenta de que era JB, ella se mostró tranquila y fingió no conocerlo.----Pase por acá por favor------ dijo la señorita Cross. JB se levantó del sillón, miró por último las nalgas de la secretaria y entró a la oficina.
La señorita Cross siguió fingiendo. -----¿Usted es el Sr. JB? veo que terminó su licenciatura. ¿Qué hace aquí solicitando un empleo de intendencia?-----JB se quitó la sudadera, limpió sus lentes y le contestó -------es lo único que se hacer, lavar retretes, fregar pisos y quitar manchas difíciles de los mingitorios... No podría hacer otra cosa. ¿Es mío el trabajo? --------. La señorita Cross se levantó de la silla, sacó de un archivero un sobre tamaño carta y se lo dio a JB. ----- Sr. Beat, creo que esto es suyo---- JB tomó el sobre, lo abrió y sacó los papeles. Eran al menos 10 cartas que hace unos años JB le había escrito a la señorita Cross. Durante 5 minutos ninguno de los dos dijo algo. JB volvió a meter las cartas en el sobre, se levantó de la silla y le dijo a la señorita Cross ----creo que el empleo es mío, pero faltaría mucho al trabajo, claro, a menos que mi horario sea de 2 de la tarde a 7 de la noche. Como es difícil que acepte mis condiciones, aquí esta mi renuncia. JB sacó la pluma que la secretaria le había prestado y escribió sobre una hoja blanca: "deja de fingir y llama a seguridad". JB le entregó el papel y salió del edificio, no sin antes darle las gracias a la secretaria por facilitarle la pluma; Mientras JB bajaba las escaleras se preguntó: ¿qué demonios hizo esta mujer con su apellido?.
Cuando JB estaba terminando de amarrar la agujeta de su tenis, se abrió la puerta y entró alguien que él ya conocía. -----Señorita Cross, este señor la ha estado esperando para la entrevista------ dijo la secretaria. La señorita Cross dirigió su mirada hacia el sillón y se dio cuenta de que era JB, ella se mostró tranquila y fingió no conocerlo.----Pase por acá por favor------ dijo la señorita Cross. JB se levantó del sillón, miró por último las nalgas de la secretaria y entró a la oficina.
La señorita Cross siguió fingiendo. -----¿Usted es el Sr. JB? veo que terminó su licenciatura. ¿Qué hace aquí solicitando un empleo de intendencia?-----JB se quitó la sudadera, limpió sus lentes y le contestó -------es lo único que se hacer, lavar retretes, fregar pisos y quitar manchas difíciles de los mingitorios... No podría hacer otra cosa. ¿Es mío el trabajo? --------. La señorita Cross se levantó de la silla, sacó de un archivero un sobre tamaño carta y se lo dio a JB. ----- Sr. Beat, creo que esto es suyo---- JB tomó el sobre, lo abrió y sacó los papeles. Eran al menos 10 cartas que hace unos años JB le había escrito a la señorita Cross. Durante 5 minutos ninguno de los dos dijo algo. JB volvió a meter las cartas en el sobre, se levantó de la silla y le dijo a la señorita Cross ----creo que el empleo es mío, pero faltaría mucho al trabajo, claro, a menos que mi horario sea de 2 de la tarde a 7 de la noche. Como es difícil que acepte mis condiciones, aquí esta mi renuncia. JB sacó la pluma que la secretaria le había prestado y escribió sobre una hoja blanca: "deja de fingir y llama a seguridad". JB le entregó el papel y salió del edificio, no sin antes darle las gracias a la secretaria por facilitarle la pluma; Mientras JB bajaba las escaleras se preguntó: ¿qué demonios hizo esta mujer con su apellido?.
viernes, diciembre 24, 2004
NOUS NE CESSIONS D´Y CROIRE
JB nunca llevaba en su cartera alguna foto; los recuerdos no los conservaba en un papel fotográfico, ni tampoco le gustaba aparecer con su "cínica cara" en las instantáneas de polaroid; las viejas fotografías que tenía, las guardaba en un caja de cartón dentro de un estante de acero inoxidable. JB odiaba las fotos, los flashasos y esa parafernalia de juntarse con alguien y "posar" para después de escuchar el "click", disolverse todo. Sin embargo, JB estaba perdiendo la razón, mantenía una foto en el disco duro de su mac. No sabía como se llamaba ella, solo observaba el largo cabello y se quedaba mirando durante minutos esa foto.
Mucho tiempo, su prejuicio hacia el lenguaje francés lo orilló a siempre estudiar otra cosa peor: el inglés; medio lo entendía y lo hablaba mal, pero podía pedir cerveza y los tickets del subway; ahora se lamentaba por no comprender francés. Sencillamente quería saber lo que decía una canción, un flamenco, con sus guitarras siempre arremetiendo y causando algo como un "escozor en la piel"; y el cante, con un doloroso y elegante francés. Intentó poner a prueba su "oído", mantenía mucho la atención en "La Boheme"... entendió ---- avec le...------ y alguna que otra pequeña frase; estaba obsesionado con la canción y en general con ciertas adaptaciones de la Chanson Francesa que se hicieron en Flamenco; JB se quedó trabado en "avec le", no entendía nada más...
Repitió la canción y miró de nuevo la foto. Se preguntó si "ella" entendería la boheme, si podría ayudarle con "su canción". JB le contaría sobre el barrio de Pigalle y las tiendas enormes del Boulevard Montmartre mientras "Ella" escucharía detenidamente la canción; imaginó que esa mirada "perdida" que en la foto mostraba podía "estar dirigida a él". Y hasta se atrevió a pensar que "ella" le diría -----Me gusta el flamenco, me duele tanto como a ti-----. Durante días La Boheme y la foto "tenían su visita en 3 o 4 ocasiones", se olvidó de las películas de wong kar wai y cada noche escribía sobre "ella" y no paraba de escuchar La Boheme, JB ya no necesitaba más de cintas emotivas como In The Mood For Love, él estaba "haciéndo su propio cortometraje", solo tenía una foto, con un rostro desconocido y una canción con "letra desconocida"
Una tarde, depués de llegar de ese empleo que tanto le jodía, al revisar su mail encontró algo...
Para: juanbeat@mac.com
De: lenuits@hotmail.com
Asunto: Nous ne cessions d'y croire
Je vous parle d'un temps
Que les moins de vingt ans
Ne peuvent pas connaître
Montmartre en ce temps-là
Accrochait ses lilas
Jusque sous nos fenêtres
Et si l'humble garni
Qui nous servait de nid
Ne payait pas de mine
C'est là qu'on s'est connu
Moi qui criait famine
Et toi qui posais nue
La bohème, la bohème
Ça voulait dire on est heureux
La bohème, la bohème
Nous ne mangions qu'un jour sur deux
Dans les cafés voisins
Nous étions quelques-uns
Qui attendions la gloire
Et bien que miséreux
Avec le ventre creux
Nous ne cessions d'y croire
Et quand quelque bistro
Contre un bon repas chaud
Nous prenait une toile
Nous récitions des vers
Groupés autour du poêle
En oubliant l'hiver
La bohème, la bohème
Ça voulait dire tu es jolie
La bohème, la bohème
Et nous avions tous du génie
Souvent il m'arrivait
Devant mon chevalet
De passer des nuits blanches
Retouchant le dessin
De la ligne d'un sein
Du galbe d'une hanche
Et ce n'est qu'au matin
Qu'on s'asseyait enfin
Devant un café-crème
Epuisés mais ravis
Fallait-il que l'on s'aime
Et qu'on aime la vie
La bohème, la bohème
Ça voulait dire on a vingt ans
La bohème, la bohème
Et nous vivions de l'air du temps
Quand au hasard des jours
Je m'en vais faire un tour
A mon ancienne adresse
Je ne reconnais plus
Ni les murs, ni les rues
Qui ont vu ma jeunesse
En haut d'un escalier
Je cherche l'atelier
Dont plus rien ne subsiste
Dans son nouveau décor
Montmartre semble triste
Et les lilas sont morts
La bohème, la bohème
On était jeunes, on était fous
La bohème, la bohème
Ça ne veut plus rien dire du tout (Charles Aznavour)
En una hoja de word copió la canción, importo la foto de "ella" y dió click en print. Nunca supo quien era "ella", ni quién le envió la canción. Prefirió seguir pensando que todo eso existía y había sucedido. Borró los mails y dentro de su cartera, ahora llevaba la foto y la canción.
Mucho tiempo, su prejuicio hacia el lenguaje francés lo orilló a siempre estudiar otra cosa peor: el inglés; medio lo entendía y lo hablaba mal, pero podía pedir cerveza y los tickets del subway; ahora se lamentaba por no comprender francés. Sencillamente quería saber lo que decía una canción, un flamenco, con sus guitarras siempre arremetiendo y causando algo como un "escozor en la piel"; y el cante, con un doloroso y elegante francés. Intentó poner a prueba su "oído", mantenía mucho la atención en "La Boheme"... entendió ---- avec le...------ y alguna que otra pequeña frase; estaba obsesionado con la canción y en general con ciertas adaptaciones de la Chanson Francesa que se hicieron en Flamenco; JB se quedó trabado en "avec le", no entendía nada más...
Repitió la canción y miró de nuevo la foto. Se preguntó si "ella" entendería la boheme, si podría ayudarle con "su canción". JB le contaría sobre el barrio de Pigalle y las tiendas enormes del Boulevard Montmartre mientras "Ella" escucharía detenidamente la canción; imaginó que esa mirada "perdida" que en la foto mostraba podía "estar dirigida a él". Y hasta se atrevió a pensar que "ella" le diría -----Me gusta el flamenco, me duele tanto como a ti-----. Durante días La Boheme y la foto "tenían su visita en 3 o 4 ocasiones", se olvidó de las películas de wong kar wai y cada noche escribía sobre "ella" y no paraba de escuchar La Boheme, JB ya no necesitaba más de cintas emotivas como In The Mood For Love, él estaba "haciéndo su propio cortometraje", solo tenía una foto, con un rostro desconocido y una canción con "letra desconocida"
Una tarde, depués de llegar de ese empleo que tanto le jodía, al revisar su mail encontró algo...
Para: juanbeat@mac.com
De: lenuits@hotmail.com
Asunto: Nous ne cessions d'y croire
Je vous parle d'un temps
Que les moins de vingt ans
Ne peuvent pas connaître
Montmartre en ce temps-là
Accrochait ses lilas
Jusque sous nos fenêtres
Et si l'humble garni
Qui nous servait de nid
Ne payait pas de mine
C'est là qu'on s'est connu
Moi qui criait famine
Et toi qui posais nue
La bohème, la bohème
Ça voulait dire on est heureux
La bohème, la bohème
Nous ne mangions qu'un jour sur deux
Dans les cafés voisins
Nous étions quelques-uns
Qui attendions la gloire
Et bien que miséreux
Avec le ventre creux
Nous ne cessions d'y croire
Et quand quelque bistro
Contre un bon repas chaud
Nous prenait une toile
Nous récitions des vers
Groupés autour du poêle
En oubliant l'hiver
La bohème, la bohème
Ça voulait dire tu es jolie
La bohème, la bohème
Et nous avions tous du génie
Souvent il m'arrivait
Devant mon chevalet
De passer des nuits blanches
Retouchant le dessin
De la ligne d'un sein
Du galbe d'une hanche
Et ce n'est qu'au matin
Qu'on s'asseyait enfin
Devant un café-crème
Epuisés mais ravis
Fallait-il que l'on s'aime
Et qu'on aime la vie
La bohème, la bohème
Ça voulait dire on a vingt ans
La bohème, la bohème
Et nous vivions de l'air du temps
Quand au hasard des jours
Je m'en vais faire un tour
A mon ancienne adresse
Je ne reconnais plus
Ni les murs, ni les rues
Qui ont vu ma jeunesse
En haut d'un escalier
Je cherche l'atelier
Dont plus rien ne subsiste
Dans son nouveau décor
Montmartre semble triste
Et les lilas sont morts
La bohème, la bohème
On était jeunes, on était fous
La bohème, la bohème
Ça ne veut plus rien dire du tout (Charles Aznavour)
En una hoja de word copió la canción, importo la foto de "ella" y dió click en print. Nunca supo quien era "ella", ni quién le envió la canción. Prefirió seguir pensando que todo eso existía y había sucedido. Borró los mails y dentro de su cartera, ahora llevaba la foto y la canción.
martes, diciembre 21, 2004
LO QUE SE DICE DE JUAN BEAT PARTE 1
ELLA AMABA A SCOTT WEILAND
ASTROMAN X
Body: Ella amaba a Scott Weiland, lo deseaba resplandeciente detrás de los x-ray de un obturador para placas dentales; ella andaba con un amigo mío que amaba el jazz, tanto como los espectaculares de cerveza corona aman las películas en las que aparece la arena coliseo.
Ella amaba a Scott Weiland mientras cruzaba el país en un autobús ATN, por entre autopistas, desiertos, paranoias y fantasías sobre imágenes de california que aparecen detrás de algunos envases de jugo de naranja; mi amigo deseaba encontrar un hermafrodita y coger con él. Una colección de libros de anagrama penden de su cabeza, hervideros de liendres y reseñas musicales de Chavela Vargas. Ella pensaba en Scott, en No way out, creía en el deseo cuando sus pezones se levantaban sobre la lengua de él.
El amaba a Scott pero no se lo decía a ella, si hubiesen podido, ambos cogerían con Weiland, entre fotografías de retiros espirituales Zen enterrados en Arizona o en Durango.
A veces sentían deseos de estar juntos para platicar desnudos en la cama de él, mientras su padre estaría trabajando o cruzando la ciudad en un 6 cilindros. Él sacaba una cerveza o dos, ella se escuchaba a si misma hablando sobre su karma y la estandarización de escalas multivariadas diseñadas para medir el concepto “violencia”, en niños de 8 a 12 años, originarios de Torreón, escogidos aleatoriamente bajo un programa no-probabilistico que nunca supo como programar. Él solo destapaba su cerveza, oía a Héctor Infanzón, miraba los senos de ella, sus grandes pezones oscuros y ovales, como colchonetas de hule con agua caliente.
Viajaban en metro por la línea 2, mirando hoteles, cines, autos, después transbordaban al tren ligero, se sentaban juntos, se tomaban de las manos, ella creía que uno de esos días habría de suceder algo interesante mientras sentía su mano acalorada y cubierta de sudor pastoso; él deseaba cogérsela dentro del vagón frente a todos.
A ella no le atraía sexualmente él, a él solo le atraía sexualmente ella. Ambos amaban a Scott Weiland, ambos se excitaban en imaginarlo a su alrededor, quizá como en doom generation; le llamarían X a Scott, le besarían los ojos, felarían en una habitación pagada por ella.
ASTROMAN X
Body: Ella amaba a Scott Weiland, lo deseaba resplandeciente detrás de los x-ray de un obturador para placas dentales; ella andaba con un amigo mío que amaba el jazz, tanto como los espectaculares de cerveza corona aman las películas en las que aparece la arena coliseo.
Ella amaba a Scott Weiland mientras cruzaba el país en un autobús ATN, por entre autopistas, desiertos, paranoias y fantasías sobre imágenes de california que aparecen detrás de algunos envases de jugo de naranja; mi amigo deseaba encontrar un hermafrodita y coger con él. Una colección de libros de anagrama penden de su cabeza, hervideros de liendres y reseñas musicales de Chavela Vargas. Ella pensaba en Scott, en No way out, creía en el deseo cuando sus pezones se levantaban sobre la lengua de él.
El amaba a Scott pero no se lo decía a ella, si hubiesen podido, ambos cogerían con Weiland, entre fotografías de retiros espirituales Zen enterrados en Arizona o en Durango.
A veces sentían deseos de estar juntos para platicar desnudos en la cama de él, mientras su padre estaría trabajando o cruzando la ciudad en un 6 cilindros. Él sacaba una cerveza o dos, ella se escuchaba a si misma hablando sobre su karma y la estandarización de escalas multivariadas diseñadas para medir el concepto “violencia”, en niños de 8 a 12 años, originarios de Torreón, escogidos aleatoriamente bajo un programa no-probabilistico que nunca supo como programar. Él solo destapaba su cerveza, oía a Héctor Infanzón, miraba los senos de ella, sus grandes pezones oscuros y ovales, como colchonetas de hule con agua caliente.
Viajaban en metro por la línea 2, mirando hoteles, cines, autos, después transbordaban al tren ligero, se sentaban juntos, se tomaban de las manos, ella creía que uno de esos días habría de suceder algo interesante mientras sentía su mano acalorada y cubierta de sudor pastoso; él deseaba cogérsela dentro del vagón frente a todos.
A ella no le atraía sexualmente él, a él solo le atraía sexualmente ella. Ambos amaban a Scott Weiland, ambos se excitaban en imaginarlo a su alrededor, quizá como en doom generation; le llamarían X a Scott, le besarían los ojos, felarían en una habitación pagada por ella.
lunes, diciembre 20, 2004
LO QUE SE DICE DE JUAN BEAT PARTE 2
TODAS LAS PISTOLAS DEL MUNDO
JAIME GARZA
A Juan Beat
La canción era mi favorita y la pistola no era mía. No me gustan las pistolas cargadas ni las mujeres que no me quieren.Yo no sostenía la pistola, era Karina.
Karina no me quería, quería a otro que tampoco la quería y que se acostaba con mil mujeres y ninguna de ellas era ella.
Yo no sé si quiero a Karina, creo que sí, no estoy muy seguro. Hubiera sido capaz de besarla y pasarla muy bien escuchando juntos mi canción favorita y otras canciones que no me gustan tanto. Pero ella sólo pensaba en un caradura de pelo largo.
Se puso a llorar y tiró la pistola al suelo del auto. Ahora no puedo soportar esa canción que tanto me gustaba. Tendré que escuchar todos mis discos otra vez y no encontraré otra canción tan bonita como esa.
Le dije que le invitaba una cerveza, que el día de mañana podía hacer cosas nuevas como pintarse el cabello o ir al cine.
-Idiota –dijo. Guardó la pistola en su bolsa y apagó la radio.
No habrá otra canción como esa, estoy seguro.
Al día siguiente me iba muy lejos a un lugar de esos a los que todos quieren ir. Ámsterdam o Londres o Madrid. A beber Heineken y después salir a pedir el número de móvil a las mujeres que pasean en la gran vía. Nadie me dirá “vale, llámame más tarde”. Me la pasaré en fumaderos de hash pensando en que las mujeres que quiero están muy lejos y ninguna piensa en mí. Cuando baje del avión y esté en México otra vez, recordaré que nadie me quiere, que he perdido canciones y mujeres y que no hay nada más triste en el mundo que un hombre sin canción y sin mujer.
Body: Y en el aeropuerto me toparé con toda esa gente que no me quiere. Como pistolas apuntándome a la cabeza, con una bala en la recámara y el cargador con todos los tiros. Todos con buena puntería. Todos listos para disparar.
JAIME GARZA
A Juan Beat
La canción era mi favorita y la pistola no era mía. No me gustan las pistolas cargadas ni las mujeres que no me quieren.Yo no sostenía la pistola, era Karina.
Karina no me quería, quería a otro que tampoco la quería y que se acostaba con mil mujeres y ninguna de ellas era ella.
Yo no sé si quiero a Karina, creo que sí, no estoy muy seguro. Hubiera sido capaz de besarla y pasarla muy bien escuchando juntos mi canción favorita y otras canciones que no me gustan tanto. Pero ella sólo pensaba en un caradura de pelo largo.
Se puso a llorar y tiró la pistola al suelo del auto. Ahora no puedo soportar esa canción que tanto me gustaba. Tendré que escuchar todos mis discos otra vez y no encontraré otra canción tan bonita como esa.
Le dije que le invitaba una cerveza, que el día de mañana podía hacer cosas nuevas como pintarse el cabello o ir al cine.
-Idiota –dijo. Guardó la pistola en su bolsa y apagó la radio.
No habrá otra canción como esa, estoy seguro.
Al día siguiente me iba muy lejos a un lugar de esos a los que todos quieren ir. Ámsterdam o Londres o Madrid. A beber Heineken y después salir a pedir el número de móvil a las mujeres que pasean en la gran vía. Nadie me dirá “vale, llámame más tarde”. Me la pasaré en fumaderos de hash pensando en que las mujeres que quiero están muy lejos y ninguna piensa en mí. Cuando baje del avión y esté en México otra vez, recordaré que nadie me quiere, que he perdido canciones y mujeres y que no hay nada más triste en el mundo que un hombre sin canción y sin mujer.
Body: Y en el aeropuerto me toparé con toda esa gente que no me quiere. Como pistolas apuntándome a la cabeza, con una bala en la recámara y el cargador con todos los tiros. Todos con buena puntería. Todos listos para disparar.
LO QUE SE DICE DE JUAN BEAT PARTE 3
NO CONOZCO A JURGEN HABERMAS
RONNIE IMR
Body: El se llamaba Juan, pero le gustaba que le dijeran el “bit”. Tenia 3 días sin comer y una mujer lo había dejado por un fotógrafo afeminado, de esos que suelen vestir con pantalones setenteros, esos pantalones que parece que enmicaran el aparato reproductor masculino. Ella se llama Laura y le gustaba ver películas pretenciosas del festival de Cannes (pero a veces le daban por ver películas gringas de adolescentes).
Al Juan le gustaba esperarla toda la noche en una banca de madera, disfrutaba esos momentos escuchando After de rain. Sus calzones estaba agujereados y el olor de la ropa era peor que el de los vagabundos. Pero así la esperaba con su botella de mezcal “Tonayan” mientras la gente lo observaba y le tiraba monedas. Pero esa gente no sabía porque el estaba ahí. Hasta que llego la cuarta noche y Laura salió. Vestía un pantalón de cuero negro pegado, sus senos firmes con una blusa negra que tenia un estampado que decía “hardcore”. Juan no lo podía creer, su mente se había quedado en la botella de vacía de mezcal o tal ve se la había llevado Coltrane junto con la canción de After the rain.
Laura se acercó y le dijo:
-¿Que haces ahí Juan?, pareces un vagabundo.
-Eso es lo que soy –dijo con una voz ronca, mientras colocaba su mano dentro de sus pantalones y le dio una revista llamada anvegers-. Estos es por ti y por tu puto fotógrafo pendejo. Tal vez el conoce a Jurgen Habermas mejor que yo. Y tal vez te recita algún dialogo de una película premiada en Cannes cuando te hace el amor.
-¿Qué dices? Yo te sigo queriendo pero necesito otro tipo de vida.
El celular de Juan sonó.
Y con una voz amargada y de alcohólico se escucho:
-Ella es un puto robot
Era su amigo Jaime.
Él colgó el teléfono. Y también colgó los huevos de Juan en una rama de árbol.
Juan y Laura se quedaron en silencio.
Él saco su arma de los calzones era un colt... y le disparo.
Ella no tenia cerebro, era un robot.
-No te compre para que te fueras con un afeminado –dijo Juan y tomo su botella de mezcal.
El no conocía nada sobre Jurgen Habermas, pero si sabia que las cosas nunca salen como uno quiere.
RONNIE IMR
Body: El se llamaba Juan, pero le gustaba que le dijeran el “bit”. Tenia 3 días sin comer y una mujer lo había dejado por un fotógrafo afeminado, de esos que suelen vestir con pantalones setenteros, esos pantalones que parece que enmicaran el aparato reproductor masculino. Ella se llama Laura y le gustaba ver películas pretenciosas del festival de Cannes (pero a veces le daban por ver películas gringas de adolescentes).
Al Juan le gustaba esperarla toda la noche en una banca de madera, disfrutaba esos momentos escuchando After de rain. Sus calzones estaba agujereados y el olor de la ropa era peor que el de los vagabundos. Pero así la esperaba con su botella de mezcal “Tonayan” mientras la gente lo observaba y le tiraba monedas. Pero esa gente no sabía porque el estaba ahí. Hasta que llego la cuarta noche y Laura salió. Vestía un pantalón de cuero negro pegado, sus senos firmes con una blusa negra que tenia un estampado que decía “hardcore”. Juan no lo podía creer, su mente se había quedado en la botella de vacía de mezcal o tal ve se la había llevado Coltrane junto con la canción de After the rain.
Laura se acercó y le dijo:
-¿Que haces ahí Juan?, pareces un vagabundo.
-Eso es lo que soy –dijo con una voz ronca, mientras colocaba su mano dentro de sus pantalones y le dio una revista llamada anvegers-. Estos es por ti y por tu puto fotógrafo pendejo. Tal vez el conoce a Jurgen Habermas mejor que yo. Y tal vez te recita algún dialogo de una película premiada en Cannes cuando te hace el amor.
-¿Qué dices? Yo te sigo queriendo pero necesito otro tipo de vida.
El celular de Juan sonó.
Y con una voz amargada y de alcohólico se escucho:
-Ella es un puto robot
Era su amigo Jaime.
Él colgó el teléfono. Y también colgó los huevos de Juan en una rama de árbol.
Juan y Laura se quedaron en silencio.
Él saco su arma de los calzones era un colt... y le disparo.
Ella no tenia cerebro, era un robot.
-No te compre para que te fueras con un afeminado –dijo Juan y tomo su botella de mezcal.
El no conocía nada sobre Jurgen Habermas, pero si sabia que las cosas nunca salen como uno quiere.
LO QUE DICE DE JUAN BEAT PARTE 4
JUAN BEAT CAMINA Y CAMINA...
DUENDE CALLEJERO
Body: A pesar de lo avanzado de la noche y lo avanzado de la peda, el Juan Beat camina por las ahora limpias calles del Centro Histórico de ésta, la aún llamada ciudad capital y que no deja de ser una enorme mierda que cada día se pierde más y más en su hedor. El Juan Beat camina y camina y va tiemble que tiemble mientras siente que su garganta está completamente seca, así que sube su mano derecha, que es en la que trae el enorme bote de cerveza oscura que ya está caliente, y sorbe un poco de esa cerveza oscura y, entonces, sólo entonces, es cuando comienza a sentir que aquel ya intragable líquido, por lo caliente, no vayan a pensar mal, baja que beja hasta perderse en su estómago, y ya allí se revuelve con todo y con nada, por lo que ahora tiene que subir su mano izquierda, y es como si eso pudiera detener el vómito que ya le ha llenado el esófago y que no se detiene, no, pero igual el Juan Beat sigue caminando y temblando y sin sentido pues, la verdad, no tiene un lugar a dónde ir.
Juan Beat piensa, o bueno, siente que por su cabeza pasa una idea, aunque aquí debería detenerme y decir que esa idea se muestra en imágenes, claro, pues de qué otra forma puede ser si hablamos del Juan Beat, y, bueno, que así veía que la idea era concerniente a recién aceptada falta de liquidez tras perder ese último trabajo, acción que logró acabar de una vez por todas con su supuesta paz mental, claro, si es que hubo un día en el que pudo tener una, por ello, aprovechó que el de TV-Azteca, ese bigotón gritón amanerado que todos conocen y cuyo nombre me niego a escribir aquí por causas ajenas a su incumbencia, había recomendado salir esa noche para ver la luna, pues dizque gracias al plan de contención ambiental implementado por los huevones del Gobierno del DF, el smog logró bajar a niveles históricos y, por tanto, por fin podría verse un cacho del cielo nocturno, y bueno, que saber eso lw gustó al Juan Beat, que por cierto, no piensen mal, supo de esa noticia porque no estaba en su departamento sino en un bar de mala muerte de la Colonia Roma, tomando de las sobras que anidaban las mesas desocupadas y escuchando al gritón ese, pues era preferible escucharlo que, por ejemplo, ese grupillo norteño de nombre impronunciable que atronaba en el fondo del bar, así que, tras escuchar aquella información el Juan Beat sintió o vió, si, era vió, que la noche estaba mejor sin techo que con uno, así que se apersonó en la barra y, para la caminada, levantó su mano derecha, llamó la atención del Hombre de las Bebidas y le pidió, tratando de que no se le quebrara la voz, un bote de cerveza oscura de los más baratos, por lo que recibió un muy altanero: "chinga tu madre, pendejo", por parte del que atendía, ese Hombre de las Bebidas pues, y ahora encogiéndose de hombros, el Juan Beat volvió a levantar su mano derecha y volvió a llamar la atención del Hombre de las Bebidas, que ahora estaba alegre porque atendía a la mesera tetona que tantas veces se había querido ligar y cuyo escote le provocó una leve erección al Juan Beat y al borracho del findo de la barra, que sin molestarse en disumular abrió su cremayera, ensalivó la palma de su mano izquierda y procedió a masturbarse ante la mirada atónita de otra mesera, esta no tan tetona como aquella con la que hablaba el Hombre de las bebidas.
Y al Juan Beat se le hizo demasiado gracioso que en ese bar de mala muerte no hubieran suficientes meseras, pero que si hubiera un Hombre de las Bebidas uniformado y todo eso, cual si fuera bar de cinco estrellas pues, y cuando ese Hombre de las Bebidas escuchó que la tetona le decía: "ahí te hablan, amor, te dejo", voltéó y vió al Juan Beat y se le acercó para quizá volverle a mentar la madre o de plano descontarlo, pero Juan Beat, sin pestañear siquiera, le escupió un enorme gargajo amarillento que se impactó de forma espectacular en plena frente, entonces aquel hombre ya no supo ni qué hacer y no tuvo más remedio que darle al cliente lo que pedía, que era, pues, un bote de la cerveza oscura más barata, que otro no podría pagarle, y desearle buena suerte no sin antes gritarle: "que disfrute su chingada cerveza señor cabrón, mamón, hijo de su chingada puta madre."
Y si, ahí va el Juan Beat, caminando en las ahora algo limpias calles del Centro Histórico a pesar de lo avanzado de la noche y a pesar de lo avanzado de la peda y a pesar de que va con el rostro elevado, viendo las estrellas y la luna, una luna llena que igual le recordó a París o a Bruselas o a su infancia, qué más da, y con la boca llena de un caldo que según eso es cerveza oscura de la más barata y sintiéndo que su estómago está a punto de reventarle y entonces se imagina la sangre manchando esas ahora inmaculadas calles y a sus tripas huyendo por las alcantarillas arrastradas por esas ratas que seguro se oculatn en las sombras, pero él ahora va feliz, pues la luna, chingue a su madre, lo es todo esa noche.
Y ya mañana será otro día, cabrón, y ya habrá momento para preocuparse.
Atentamente, el Duende Callejero... que siempre si huyó, se fue al DF, se internó en la Colonia Roma, se metió en un bar de mala muerte, pidió una bebida, la sorbió, descubrió que no sólo estaba rebajada con agua, sino que aquella era agua de la llave, por lo que dejó su bebida en una de esas mesas solitarias esperando que una mesera se la llevara y se fue al baño y vomitó y cuando regresó sólo encontró a la noche y a la puta que nadie se llevó esperándolo, con el rostro iluminado, dos dientes faltantes y la nariz sangrando de tanto aspirar cocaína.
DUENDE CALLEJERO
Body: A pesar de lo avanzado de la noche y lo avanzado de la peda, el Juan Beat camina por las ahora limpias calles del Centro Histórico de ésta, la aún llamada ciudad capital y que no deja de ser una enorme mierda que cada día se pierde más y más en su hedor. El Juan Beat camina y camina y va tiemble que tiemble mientras siente que su garganta está completamente seca, así que sube su mano derecha, que es en la que trae el enorme bote de cerveza oscura que ya está caliente, y sorbe un poco de esa cerveza oscura y, entonces, sólo entonces, es cuando comienza a sentir que aquel ya intragable líquido, por lo caliente, no vayan a pensar mal, baja que beja hasta perderse en su estómago, y ya allí se revuelve con todo y con nada, por lo que ahora tiene que subir su mano izquierda, y es como si eso pudiera detener el vómito que ya le ha llenado el esófago y que no se detiene, no, pero igual el Juan Beat sigue caminando y temblando y sin sentido pues, la verdad, no tiene un lugar a dónde ir.
Juan Beat piensa, o bueno, siente que por su cabeza pasa una idea, aunque aquí debería detenerme y decir que esa idea se muestra en imágenes, claro, pues de qué otra forma puede ser si hablamos del Juan Beat, y, bueno, que así veía que la idea era concerniente a recién aceptada falta de liquidez tras perder ese último trabajo, acción que logró acabar de una vez por todas con su supuesta paz mental, claro, si es que hubo un día en el que pudo tener una, por ello, aprovechó que el de TV-Azteca, ese bigotón gritón amanerado que todos conocen y cuyo nombre me niego a escribir aquí por causas ajenas a su incumbencia, había recomendado salir esa noche para ver la luna, pues dizque gracias al plan de contención ambiental implementado por los huevones del Gobierno del DF, el smog logró bajar a niveles históricos y, por tanto, por fin podría verse un cacho del cielo nocturno, y bueno, que saber eso lw gustó al Juan Beat, que por cierto, no piensen mal, supo de esa noticia porque no estaba en su departamento sino en un bar de mala muerte de la Colonia Roma, tomando de las sobras que anidaban las mesas desocupadas y escuchando al gritón ese, pues era preferible escucharlo que, por ejemplo, ese grupillo norteño de nombre impronunciable que atronaba en el fondo del bar, así que, tras escuchar aquella información el Juan Beat sintió o vió, si, era vió, que la noche estaba mejor sin techo que con uno, así que se apersonó en la barra y, para la caminada, levantó su mano derecha, llamó la atención del Hombre de las Bebidas y le pidió, tratando de que no se le quebrara la voz, un bote de cerveza oscura de los más baratos, por lo que recibió un muy altanero: "chinga tu madre, pendejo", por parte del que atendía, ese Hombre de las Bebidas pues, y ahora encogiéndose de hombros, el Juan Beat volvió a levantar su mano derecha y volvió a llamar la atención del Hombre de las Bebidas, que ahora estaba alegre porque atendía a la mesera tetona que tantas veces se había querido ligar y cuyo escote le provocó una leve erección al Juan Beat y al borracho del findo de la barra, que sin molestarse en disumular abrió su cremayera, ensalivó la palma de su mano izquierda y procedió a masturbarse ante la mirada atónita de otra mesera, esta no tan tetona como aquella con la que hablaba el Hombre de las bebidas.
Y al Juan Beat se le hizo demasiado gracioso que en ese bar de mala muerte no hubieran suficientes meseras, pero que si hubiera un Hombre de las Bebidas uniformado y todo eso, cual si fuera bar de cinco estrellas pues, y cuando ese Hombre de las Bebidas escuchó que la tetona le decía: "ahí te hablan, amor, te dejo", voltéó y vió al Juan Beat y se le acercó para quizá volverle a mentar la madre o de plano descontarlo, pero Juan Beat, sin pestañear siquiera, le escupió un enorme gargajo amarillento que se impactó de forma espectacular en plena frente, entonces aquel hombre ya no supo ni qué hacer y no tuvo más remedio que darle al cliente lo que pedía, que era, pues, un bote de la cerveza oscura más barata, que otro no podría pagarle, y desearle buena suerte no sin antes gritarle: "que disfrute su chingada cerveza señor cabrón, mamón, hijo de su chingada puta madre."
Y si, ahí va el Juan Beat, caminando en las ahora algo limpias calles del Centro Histórico a pesar de lo avanzado de la noche y a pesar de lo avanzado de la peda y a pesar de que va con el rostro elevado, viendo las estrellas y la luna, una luna llena que igual le recordó a París o a Bruselas o a su infancia, qué más da, y con la boca llena de un caldo que según eso es cerveza oscura de la más barata y sintiéndo que su estómago está a punto de reventarle y entonces se imagina la sangre manchando esas ahora inmaculadas calles y a sus tripas huyendo por las alcantarillas arrastradas por esas ratas que seguro se oculatn en las sombras, pero él ahora va feliz, pues la luna, chingue a su madre, lo es todo esa noche.
Y ya mañana será otro día, cabrón, y ya habrá momento para preocuparse.
Atentamente, el Duende Callejero... que siempre si huyó, se fue al DF, se internó en la Colonia Roma, se metió en un bar de mala muerte, pidió una bebida, la sorbió, descubrió que no sólo estaba rebajada con agua, sino que aquella era agua de la llave, por lo que dejó su bebida en una de esas mesas solitarias esperando que una mesera se la llevara y se fue al baño y vomitó y cuando regresó sólo encontró a la noche y a la puta que nadie se llevó esperándolo, con el rostro iluminado, dos dientes faltantes y la nariz sangrando de tanto aspirar cocaína.
viernes, diciembre 17, 2004
TURN DOWN THE LIGHTS
Los finales infelices son lo mío, ¡que patético!, hasta ahora un par de lloriqueos y pidiéndoles que se queden; siempre pensé que sería la mejor forma de "terminar", para luego arremeter contra ellas, borrarles el disco duro de sus lentísimas computadoras con win 98, contar "sus defectos" o simplemente "finiquitarlas" verbalmente. Si, no soy un caballero, de qué sirve, si cuando les decía te quiero se lo metían por el culo, si cuando leían un poema después hacían bolita la hoja de papel y la arrojaban al cesto de basura más cercano; no sirve de nada hablar o tener una despedida, seguramente porque soy un "insensible" y egoísta, sin embargo, ahora no quiero uno infeliz, triste lo será seguramente, pero un final rabioso no lo quiero.
Lo que escribió mi buen amigo Iván con respecto a su despedida con Rocío, me hubiese gustado escribirlo yo ---- Y la imagen de dormir juntos frente a un spot de comida rápida no te alumbre en esa calida noche de verano que siempre esperaste. ------- Como quisiera leerme así tan tranquilo, hasta "resignado" y con desapego; por qué nunca me preparo para los "finales", debería tomar uno de esos cursos budistas o de tanatología, si, es "peor que la muerte". Cuando alguien te dice "me voy" y tu haces hasta "lo imposible" porque sepa lo que sientes... y si sabes que estará con alguien más, no es cuestión de "ego", es simplemente no imaginar a "ella" besando a ese "alguien más". Eso me sucedió con Karina cuando me dijo que salía ya con un tipo, recordé tanto y tiré a la papelera de reciclaje sus textos, fue duro, ja... pero al día siguiente, todo fue mejor, no hay porque ponerse así.
El domingo pasado me encontré con "Miss Courtney", me gustó verla después de casi 10 meses, nos dimos un fuerte abrazo y reímos; no fue tan extraño, sabiendo que ella tiene a su novio "punk", recorrimos tepito, buscamos lo que ella quería y casi no hablamos, bromeamos un poco y cuando nos despedimos me dijo ---Sr Beat, ya no discuta con su amiga, llévesela tranquilo... luego me llama------. ------No discuto, es una incertidumbre que seguro se irá aclarando...------contesté. Nos dimos un beso en la mejilla y se metió al metro.
Llegué hace un rato a casa, recordé lo mucho que a "La Courtney" le gusta G. Michael; esta noche la quiero apacible, con esa vocecita del líder de Wham y unos tragos en vasos largos, no quiero escribir poemas ni escuchar el "side gentle of John Coltrane". Si algo "terminará" en unos días, meses o un par de años, solo quiero la calmada voz de G.M cantando; Turn down the lights, turn down the bed / Turn down these voices inside my head / Lay down with me, tell me no lies / Just hold me close, don't patronize / Don't patronize / Don't patronize me... / No habrá más poesía, tampoco sirve ni para rellenar un espacio en "una carta de amor".
Lo que escribió mi buen amigo Iván con respecto a su despedida con Rocío, me hubiese gustado escribirlo yo ---- Y la imagen de dormir juntos frente a un spot de comida rápida no te alumbre en esa calida noche de verano que siempre esperaste. ------- Como quisiera leerme así tan tranquilo, hasta "resignado" y con desapego; por qué nunca me preparo para los "finales", debería tomar uno de esos cursos budistas o de tanatología, si, es "peor que la muerte". Cuando alguien te dice "me voy" y tu haces hasta "lo imposible" porque sepa lo que sientes... y si sabes que estará con alguien más, no es cuestión de "ego", es simplemente no imaginar a "ella" besando a ese "alguien más". Eso me sucedió con Karina cuando me dijo que salía ya con un tipo, recordé tanto y tiré a la papelera de reciclaje sus textos, fue duro, ja... pero al día siguiente, todo fue mejor, no hay porque ponerse así.
El domingo pasado me encontré con "Miss Courtney", me gustó verla después de casi 10 meses, nos dimos un fuerte abrazo y reímos; no fue tan extraño, sabiendo que ella tiene a su novio "punk", recorrimos tepito, buscamos lo que ella quería y casi no hablamos, bromeamos un poco y cuando nos despedimos me dijo ---Sr Beat, ya no discuta con su amiga, llévesela tranquilo... luego me llama------. ------No discuto, es una incertidumbre que seguro se irá aclarando...------contesté. Nos dimos un beso en la mejilla y se metió al metro.
Llegué hace un rato a casa, recordé lo mucho que a "La Courtney" le gusta G. Michael; esta noche la quiero apacible, con esa vocecita del líder de Wham y unos tragos en vasos largos, no quiero escribir poemas ni escuchar el "side gentle of John Coltrane". Si algo "terminará" en unos días, meses o un par de años, solo quiero la calmada voz de G.M cantando; Turn down the lights, turn down the bed / Turn down these voices inside my head / Lay down with me, tell me no lies / Just hold me close, don't patronize / Don't patronize / Don't patronize me... / No habrá más poesía, tampoco sirve ni para rellenar un espacio en "una carta de amor".
RENUNCIAR...
Ya hace más de un año que Leslie Cheung se tiró desde un piso 24 o 25 de su hotel y se quitó del hartazgo que sentía, solo dejó una nota y listo. Muchos se sorprendieron que a sus 46 años y con una gran carrera como actor y cantante "hiciera tal cosa", pero como en "happy together", vivía problemas con su pareja, un banquero con el que ya llevaba años de relación; Leslie Cheung sufría de depresiones y parece que teniendo o no sus "amoríos" siempre la pasaba mal. Yo he pensado que la mejor edad para mí son los 45, desde el balcón de un hotel o con arsénico, pero ya llegando a los 45 no creo poder hacer nada mejor más que sencillamente escribir una pequeña carta; y no importaría mucho en mi caso, "mi carrera como escritor" no trascenderá... Seguro si llego a los 45, habrá sido una buena decisión: renunciar a "trascender"
Body: Hace unos días parecía que la rutina que terminó en diciembre del año pasado volvería, pero creo es cuestión de tener paciencia y adecuarse a lo que "las relaciones funcionales" entre lo que ha sucedido y sus consecuencias sigan ciertas "leyes" de no se que. Por lo menos de Enero a Julio del 2004 no hay tanto caos ni desorden, cosa que me produce no escribir ni un poema rabioso.
Body: Hace unos días parecía que la rutina que terminó en diciembre del año pasado volvería, pero creo es cuestión de tener paciencia y adecuarse a lo que "las relaciones funcionales" entre lo que ha sucedido y sus consecuencias sigan ciertas "leyes" de no se que. Por lo menos de Enero a Julio del 2004 no hay tanto caos ni desorden, cosa que me produce no escribir ni un poema rabioso.
jueves, diciembre 16, 2004
EL PRIMER PRECEPTO BUDISTA
"Tanto como me querías,
tanto como me adorabas,
tanto como yo valía
y ahora, ya no valgo nada..."
Cante: Montse Cortés
Guitarra: Paco de Lucía
Me he enterado de que Grissel, la "gran budista", la que practicaba el "des-apego" y buscaba mediante el samsara salir del "dolor", está embarazada, agradezco mucho a la charanda barata, al salón Orizaba y a Jack Kerouac el habernos separado. Grissel realmente quería una vida común; vaya recuerdo de un junio 5 en dónde frente a mis padres mencionó su intención de vivir conmigo. Juan Beat, el tipo grosero que bebe cerveza oscura no está para ese tipo de vida; me he salvado, Grissa es una buena mujer, pero yo no estaba dispuesto a pasar a una vida llena de problemas y responsabilidades; y aunque siempre me dijo que lo más estupido y absurdo sería "dar vida a alguien para encausarla en el dolor", ya veo que el Budismo zen importó poco, pero no es mi asunto, ha sido la decisión de Grissel inmiscuir a alguien en el primer precepto budista: la vida es dolor.
tanto como me adorabas,
tanto como yo valía
y ahora, ya no valgo nada..."
Cante: Montse Cortés
Guitarra: Paco de Lucía
Me he enterado de que Grissel, la "gran budista", la que practicaba el "des-apego" y buscaba mediante el samsara salir del "dolor", está embarazada, agradezco mucho a la charanda barata, al salón Orizaba y a Jack Kerouac el habernos separado. Grissel realmente quería una vida común; vaya recuerdo de un junio 5 en dónde frente a mis padres mencionó su intención de vivir conmigo. Juan Beat, el tipo grosero que bebe cerveza oscura no está para ese tipo de vida; me he salvado, Grissa es una buena mujer, pero yo no estaba dispuesto a pasar a una vida llena de problemas y responsabilidades; y aunque siempre me dijo que lo más estupido y absurdo sería "dar vida a alguien para encausarla en el dolor", ya veo que el Budismo zen importó poco, pero no es mi asunto, ha sido la decisión de Grissel inmiscuir a alguien en el primer precepto budista: la vida es dolor.
lunes, diciembre 13, 2004
TRAS UNA GRAN VITRINA DE CRISTAL
Siempre he pensado que es importante la empatía con los "nombres" cuando salgo con alguien; aunque no se porque a "Lorena" nunca le llamé "Lorena", me gusta ese nombre, pero prefería decirle "Miss Courtney" o Daniela, algo me detenía, ni molesto le grité "Lorenaaa"; quizás deba aparecer "otra Lorena". Sin embargo, mis encuentros con "Lorenas" han sido nefastos; me "enamoré" de una Lorena en el bachillerato, me gustaba su largo cabello rizado y pintado de rojo, no hablaba mucho, entraba al salón y se perdía entre los demás. No recuerdo muchas palabras de ella, solo una "tímida carcajada" cuando me planté frente a mis compañeros en la clase de "Literatura" y dije que no había leído a Rulfo porque prefería "renunciar a trascender" y comencé mi "exposición" sobre Fernando Pessoa . "Lorena" soltó una carcajada, fue la única que lo hizo, los demás no sabían ni quien era el tal Pessoa, ja... incluyendo al supuesto profesor de "literatura". Esa fue la única vez que vi reír a Lorena, en una ocasión ya estaba decidido, le diría que me gustaba, que durante semestres quise que los dos saliéramos de clases para ir al salón que era el de "video club" para ver esas películas extrañas que me comenzaba a gustar; la seguí, busqué la mejor oportunidad para "encontrarla sola", y cuando estuve frente a ella, me temblaron las piernas y no supe que hacer, ella se quedó un poco extrañada de mi actitud, pero totalmente fría siguió su camino. Fui un fracaso, hasta la fecha lo soy, no se "acercarme a las mujeres" y aún así, un par me han visto llorar.
Soñé con "Lorena", pero no en miss courtney, sino en una "Lorena" triste, descansando sus malestares con el sonido del soundtrack de alguna película de Lynch, mezclado con el humo de cigarrillos y el constante choque de las botellas de cerveza con esas mesitas viejas de metal; ya no "quiero a Lorena" con un vestido de terciopelo negro, la prefiero desnuda y durmiendo apaciblemente tras una gran vitrina de cristal.
Soñé con "Lorena", pero no en miss courtney, sino en una "Lorena" triste, descansando sus malestares con el sonido del soundtrack de alguna película de Lynch, mezclado con el humo de cigarrillos y el constante choque de las botellas de cerveza con esas mesitas viejas de metal; ya no "quiero a Lorena" con un vestido de terciopelo negro, la prefiero desnuda y durmiendo apaciblemente tras una gran vitrina de cristal.
LEVE ROMANCE
El frío cede y me revuelvo bajo las sábanas del depto 15; los autos, el tranvía y las motonetas a gran velocidad cruzan la vía Cresenzo. El sonido de un saxo me despierta y ella no está en cama, escucho que prende la tv y algo dicen en Italiano acerca de un transexual mexicano que se suicidó después de su última película X . Lorena trae una bata de seda y el contorno de sus senos se pierden, solo los pezones erectos se "traslucen". Siguen los motores rugiendo, el saxo, los gritos; creo explotó una "nave" de la NASA, no le tomo importancia, yo he explotado más veces y aún sigo con la esperanza de amanecer con "alguien", despojarla de esa bata u otra, y llenar la tina con agua casi hirviendo. Doce grados centígrados y no pasa nada. Sigue con la bata y yo con las llaves del Volvo bajo la almohada.
Es actriz, ha estudiado en academias inglesas y ahora reside en Italia, llevo dos días en su departamento, me he bebido su tinto y ni siquiera hemos tenido sexo, solo dormimos juntos, ella, cae rendida; yo he dejado a mis padres en Florencia, se quedarán esta noche y mañana por la tarde iré por ellos. Realmente no se que hago yo en este piso. El lugar es agradable, tiene una gran cava de vinos y la pasta le queda muy bien. La conocí en el vuelo Madrid-Roma, hablamos sobre Dario Argento y sus películas; y al bajar del avión me dejó su teléfono y dirección. Se llama Lorena y dice estar aburrida de los "free".. Cómo sabe que yo no la busco para lo mismo; independientemente de que yo soy "un hombre de senos", los suyos me agradan, pero no tengo ganas de pensar en "amor, sexo o ambos". Es hora de cubrirme con las sábanas y esperar a que ella apague la luz y deje su libro debajo de la cama.
Quisera aunque sea un "leve romance" con ella, pero sus energías están en la obra que prepara, ----esos pinches italianos, solo porque soy diferente me fastidian; hacen su grupito y tengo que soportarlos------- me dice furiosa agitando sus manos como si quisiera ahorcarlos. Yo solo la miro, en unos cuantos días debo regresar a la escatológica ciudad de México y lamentaré mucho ni siquiera haber intentado besarla, se veía tan tranquila con ese vestido y su cabello rojo, esperando en la sala a que yo saliera con una gorra espantosa y un jersey de hockey, hizo muecas, pero aún así caminamos hacía el teatro. No puse nada de atención a la obra, solo nerviosamente intentaba rozar sus manos con las yemas de mis dedos, cuando lo logré estaba dispuesto a besarla, sin embargo, ya no deseaba un efímero y "leve romance"
Romance
Beth Gibbons
You know what they say about romance
You know what they say about romance
Ever changing love that you can't
Keep on side a parking keel
Better the thought than the feeling
It's plain to see
All the things we suffer
From the the hands of humanity
But that ain't me
That ain't me
But that ain't me
That ain't me
And I know there's a god inside it
Should I love your key
Adorn you
And get inside
But that ain't me
That ain't me
But that ain't me
That ain't me
And I know I may come to doubt it
But if I ever wish
I wish we could all believe
That in this daylight world
Is a world
Where love can be
And I won't ever forget it
Cuz that ain't me
That ain't me
Cuz that ain't me
Well that ain't me
Es actriz, ha estudiado en academias inglesas y ahora reside en Italia, llevo dos días en su departamento, me he bebido su tinto y ni siquiera hemos tenido sexo, solo dormimos juntos, ella, cae rendida; yo he dejado a mis padres en Florencia, se quedarán esta noche y mañana por la tarde iré por ellos. Realmente no se que hago yo en este piso. El lugar es agradable, tiene una gran cava de vinos y la pasta le queda muy bien. La conocí en el vuelo Madrid-Roma, hablamos sobre Dario Argento y sus películas; y al bajar del avión me dejó su teléfono y dirección. Se llama Lorena y dice estar aburrida de los "free".. Cómo sabe que yo no la busco para lo mismo; independientemente de que yo soy "un hombre de senos", los suyos me agradan, pero no tengo ganas de pensar en "amor, sexo o ambos". Es hora de cubrirme con las sábanas y esperar a que ella apague la luz y deje su libro debajo de la cama.
Quisera aunque sea un "leve romance" con ella, pero sus energías están en la obra que prepara, ----esos pinches italianos, solo porque soy diferente me fastidian; hacen su grupito y tengo que soportarlos------- me dice furiosa agitando sus manos como si quisiera ahorcarlos. Yo solo la miro, en unos cuantos días debo regresar a la escatológica ciudad de México y lamentaré mucho ni siquiera haber intentado besarla, se veía tan tranquila con ese vestido y su cabello rojo, esperando en la sala a que yo saliera con una gorra espantosa y un jersey de hockey, hizo muecas, pero aún así caminamos hacía el teatro. No puse nada de atención a la obra, solo nerviosamente intentaba rozar sus manos con las yemas de mis dedos, cuando lo logré estaba dispuesto a besarla, sin embargo, ya no deseaba un efímero y "leve romance"
Romance
Beth Gibbons
You know what they say about romance
You know what they say about romance
Ever changing love that you can't
Keep on side a parking keel
Better the thought than the feeling
It's plain to see
All the things we suffer
From the the hands of humanity
But that ain't me
That ain't me
But that ain't me
That ain't me
And I know there's a god inside it
Should I love your key
Adorn you
And get inside
But that ain't me
That ain't me
But that ain't me
That ain't me
And I know I may come to doubt it
But if I ever wish
I wish we could all believe
That in this daylight world
Is a world
Where love can be
And I won't ever forget it
Cuz that ain't me
That ain't me
Cuz that ain't me
Well that ain't me
miércoles, diciembre 08, 2004
POBRE BOTIN
Era así como la versión adolescente de Karen Lancaume y Raffaela Anderson en "Baise Moi"; mientras la de 15 me pedía un cigarro, la de 14 estrelló sus voluptuosos senos en mi pecho; yo iba pensando en lo bien que me había sentado la soledad, podía salir a caminar y tranquilamente olvidarme de marcar el número de un móvil para decirle "voy para allá". Y mientras pensaba eso sintiendo los senos de aquella adolescente, por detrás solo sentí el cañón de un revolver. Me pidieron todo lo de "valor que traía", y eso significaba el celular y casi 10 pesos en monedas de 50 centavos; entregué eso más mi chamarra y mi gorra, les ofrecí mi libro de Jaime Bayly, pero el más alto de los ladrones contestó -----Mierdas no-----. Después del pobre botín caminaron muy tranquilos, las adolescentes corrieron en cuanto vieron a un par de policías, imaginé que los cuatro estaban de acuerdo, así que les dije a los uniformados y comenzó mi "carrera" de detective. Pronto pidieron un R2 y luego un R10 por Avenida Hidalgo; uno de los indigentes que "viven en ese pequeño parque" se acercó y me dijo -----Yo se quien te robó tu celular, la Melanie y la Jeny, son de la alameda-------. Otro R10 a la Alameda pero nada, ni los tipos de gabardina negra con gorras del mismo color, ni la Melanie y la otra puta. Ya por último, abordó de una patrulla, regresamos al parque, y vi a las "Baise Moi" mexicanas, en cuanto vieron la patrulla se taparon la cabeza con sus chamarras, pero alcancé a identificarlas bien. Los policías se bajaron y se subieron a "mis pequeñas putas"; en un principio negaron todo, llegamos al MP y bajé. No se que hayan hecho los amables oficiales porque en unos minutos salió uno de la patrulla y me dijo ----ya cantaron-----. Nos dieron todos sus datos, el como "actúan" y en que lugares se reunían para repartirse sus jugosas ganancias. Fuimos al Hotel Encino, al Buena vista y al Trebol... y en efecto, habían pasado por esos hoteles, pero apenas habían dejado la habitación del Buena vista. Mientras efectuábamos el R2 y el R10, las émulas de Lancaume y Anderson sin ningún síntoma de debilidad contaban cómo cobraban en el putero en el que trabajaban hasta hace unos días; y además, con su "mirada triste" me decían que habían sido abusadas por sus padres pero que les daba pena acusarlos, a mi me importaba una mierda, yo solo quería chingarlas en ese momento.
No encontramos a los tipos y las "hermosas y sufridas niñas" no llevaban armas ni nada que les involucrara directamente; de todas maneras levanté el acta y llegué en patrulla a mi casa. Parece que por la madrugada estuvieron llamando desde mi celular a algunos contactos de mi directorio, (no dudo que también a mi casa hayan marcado ) incluso, llegaron a pedir dinero por mí, pero no se acertaron con mi nombre.
De los múltiples asaltos que he tenido, éste ha sido en el que más tranquilo estuve, es un proceso de indefensión aprendida, por más que hubiese hecho se iban a llevar mis cosas, así que para que ponerse nervioso o "violento". Espero que nadie haya recibido más llamadas amenazantes desde mi celular, ya está dado de baja el número y yo sigo pasando por el mismo lugar con la esperanza de toparme con los dos tipos.
No encontramos a los tipos y las "hermosas y sufridas niñas" no llevaban armas ni nada que les involucrara directamente; de todas maneras levanté el acta y llegué en patrulla a mi casa. Parece que por la madrugada estuvieron llamando desde mi celular a algunos contactos de mi directorio, (no dudo que también a mi casa hayan marcado ) incluso, llegaron a pedir dinero por mí, pero no se acertaron con mi nombre.
De los múltiples asaltos que he tenido, éste ha sido en el que más tranquilo estuve, es un proceso de indefensión aprendida, por más que hubiese hecho se iban a llevar mis cosas, así que para que ponerse nervioso o "violento". Espero que nadie haya recibido más llamadas amenazantes desde mi celular, ya está dado de baja el número y yo sigo pasando por el mismo lugar con la esperanza de toparme con los dos tipos.
EL HOCKEY TAMBIEN PUDO TERMINAR CONMIGO...
Esta noche no hay "poemitas insulsos" ni comentarios atroces referentes a mis relaciones interpersonales; pero puedo comentar de la tremenda victoria de los canadienses en el Bell Centre de Montreal sobre la selección Slovaka, incluso me dió tanta nostalgia ver a Martin Brodeur defendiendo la net canadiense, que recordé hace aproximadamente unos 11 años cuando enfundado con el Jersey de los Devils, me revolvía bajo esa pequeña net deteniendo todo, eso solo duró unos años, después subí unos 6 kilos, dejé de hacer ejercicio y la cerveza se me hizo indespensable. Esta noche solo fueron 5 metas para los Slovakos y Ryan Smyth quien también hizo un gran juego contra USA (ja... que hasta en el hockey pierden) anotando dos metas; debo confesar que durante estos años perdí mucho el "contacto" con el hockey, no se de los nuevos jugadores, ni quien es la gran estrella de la NHL, pero poder ver aunque sea unos minutos al ya mítico Mario Lemiux y al rudo defensa Scott Niedermayer me ha quitado el mal "sabor" de estos últimos meses de peleas con Lorena o de mi estúpida y loca paranoia que en ocasiones me da; además de burlarme de nuevo ahora de la derrota de los gringos con todo y su Mike Modano y Brian Leetch que fueron asfixiados por la selección Rusa. Espero poder ver alguno que otro partido más; y auqnue tengo mi stick y algo del equipo, a mi edad y con la flojera que me da "el intercambio social" no creo podría soportar los vestidores de la pista de hielo.
"...El primer día que fui nadie sabía de mí, entré a los vestidores y me puse un jersey de los pingüinos de Pittsburg con el número 66 y con el nombre de Lemiux; a las 9 en punto todos ya estabamos en la pista, las edades de mis compañero eran entre los 25 a los 35 años; y el entrenador nos dividió en 2 equipos. ---Tu Lemiux, pante de goalie... Do you speak english?---- Le contesté en inglés que no traía cuellera ni casco (no acostumbraba jugar con él) a lo que me contestó: "take my helmet". Tomé el casco, y sin mucho que esperar, me paré "bajo la net". Antes de que se cumpliera el primer minuto de juego vi venir a 2 jugadores del equipo oponente, uno de ellos, que traía un stick bauer de aluminio golpeó el pock dirigiéndolo hacia un barda, "rebotó" en ella y el pock quedó en el centro a unos escasos 4 metros de mí. El otro jugador que le acompañaba le pegó al puck y salió un tiro fortísimo a media altura hacia la derecha, como pude me lancé, "estiré" lo más que pude mi stick y levanté mi pierna derecha hacia donde venía el puck. Cuando mi pierna quedó al ras del hielo, vi que el pock había sido atajado por mis pequeñas y baratas pads.
Alguna que otra vez jugué de centro y en 10 partidos anoté 13 metas, así que todo iba bien, se aproximaba un campamento en New York con las filiales de los New York Rangers (uno de mis equipos favoritos en donde jugaba en ese entonces Mark Messie y Mike Ricther); sin embargo, un martes sufrí un accidente, dos de mis dedos quedaron aplastados, no paraba de sangrar y me convulsioné en 2 ocasiones, mi amigo Israel me llevó al hospital, tuvieron que coserme los dedos y después hacerme una especie de cirugía reconstructiva; todo eso me llevó unos 3 meses, pasó el campamento en New York, mi equipo casi estaba desapareciendo además de estar en el último lugar de la liga; y yo, comencé a beberme unas "Tecate" de vez en cuando...
Regresé a jugar y me acomodaron el equipo del Liceo Franco Canadiense, la mayoría era "niños ricos desmadrosos" de 17 y 18 años. Los dos primeros partidos solo jugué 10 minutos en total; al tercer partido, me avisaron que el golie no había llegado y que iba a jugar desde el principio. Acabó el partido con el marcador de 0 a 0, en los tiempos extras quedamos igual, solo quedaban los penalty shots. En los penalty shots, un jugador toma el pock desde la mitad de la pista y "puede acribillar al golie" como se le de su gana. Me anotaron los dos primeros de cinco. Al cuarto penalty shot el marcador se encontraba 4 a 3 a favor de nosotros. Si detenía el penalty ganábamos. Salí un poco de la net y esperé a que el jugador de colegio santa fe tomara el puck. Tomó el pock e iba moviéndolo de un lado a otro con gran velocidad, al llegar a unos metros fuera del área del golie, patinó hacia la derecha , movió su stick a la izquierda y con la parte inferior de éste golpeó el puck. Me lancé hacia la izquierda, y de nuevo mi pierna derecha fue la que detuvo el tiro. Después de ese juego estuve como goalie titular durante un mes, ja, pero un martes que iba a la pista, 5 tipos armados me asaltaron fuera del metro chapultepec, me quitaron 2000 pesos (1000 era la mensualidad del hockey, y los otros 1000 eran para unos guantes nuevos), mi chamarra de los pingüinos de Pittsburg y mi jersey preferido de Mario Lemiux.
El Hockey también pudo terminar conmigo, por eso, preferí la cerveza..."
"...El primer día que fui nadie sabía de mí, entré a los vestidores y me puse un jersey de los pingüinos de Pittsburg con el número 66 y con el nombre de Lemiux; a las 9 en punto todos ya estabamos en la pista, las edades de mis compañero eran entre los 25 a los 35 años; y el entrenador nos dividió en 2 equipos. ---Tu Lemiux, pante de goalie... Do you speak english?---- Le contesté en inglés que no traía cuellera ni casco (no acostumbraba jugar con él) a lo que me contestó: "take my helmet". Tomé el casco, y sin mucho que esperar, me paré "bajo la net". Antes de que se cumpliera el primer minuto de juego vi venir a 2 jugadores del equipo oponente, uno de ellos, que traía un stick bauer de aluminio golpeó el pock dirigiéndolo hacia un barda, "rebotó" en ella y el pock quedó en el centro a unos escasos 4 metros de mí. El otro jugador que le acompañaba le pegó al puck y salió un tiro fortísimo a media altura hacia la derecha, como pude me lancé, "estiré" lo más que pude mi stick y levanté mi pierna derecha hacia donde venía el puck. Cuando mi pierna quedó al ras del hielo, vi que el pock había sido atajado por mis pequeñas y baratas pads.
Alguna que otra vez jugué de centro y en 10 partidos anoté 13 metas, así que todo iba bien, se aproximaba un campamento en New York con las filiales de los New York Rangers (uno de mis equipos favoritos en donde jugaba en ese entonces Mark Messie y Mike Ricther); sin embargo, un martes sufrí un accidente, dos de mis dedos quedaron aplastados, no paraba de sangrar y me convulsioné en 2 ocasiones, mi amigo Israel me llevó al hospital, tuvieron que coserme los dedos y después hacerme una especie de cirugía reconstructiva; todo eso me llevó unos 3 meses, pasó el campamento en New York, mi equipo casi estaba desapareciendo además de estar en el último lugar de la liga; y yo, comencé a beberme unas "Tecate" de vez en cuando...
Regresé a jugar y me acomodaron el equipo del Liceo Franco Canadiense, la mayoría era "niños ricos desmadrosos" de 17 y 18 años. Los dos primeros partidos solo jugué 10 minutos en total; al tercer partido, me avisaron que el golie no había llegado y que iba a jugar desde el principio. Acabó el partido con el marcador de 0 a 0, en los tiempos extras quedamos igual, solo quedaban los penalty shots. En los penalty shots, un jugador toma el pock desde la mitad de la pista y "puede acribillar al golie" como se le de su gana. Me anotaron los dos primeros de cinco. Al cuarto penalty shot el marcador se encontraba 4 a 3 a favor de nosotros. Si detenía el penalty ganábamos. Salí un poco de la net y esperé a que el jugador de colegio santa fe tomara el puck. Tomó el pock e iba moviéndolo de un lado a otro con gran velocidad, al llegar a unos metros fuera del área del golie, patinó hacia la derecha , movió su stick a la izquierda y con la parte inferior de éste golpeó el puck. Me lancé hacia la izquierda, y de nuevo mi pierna derecha fue la que detuvo el tiro. Después de ese juego estuve como goalie titular durante un mes, ja, pero un martes que iba a la pista, 5 tipos armados me asaltaron fuera del metro chapultepec, me quitaron 2000 pesos (1000 era la mensualidad del hockey, y los otros 1000 eran para unos guantes nuevos), mi chamarra de los pingüinos de Pittsburg y mi jersey preferido de Mario Lemiux.
El Hockey también pudo terminar conmigo, por eso, preferí la cerveza..."
martes, diciembre 07, 2004
BREVES NOTAS Y RECUERDOS SOBRE LA PESTE: ORIZABA SESSIONS
Tengo ciertos “sentimientos encontrados”, pero no se porque Yuriria me trataba así. Y ahora resulta que he defraudé hasta a su hermana, que no debí comportarme así por teléfono y decirle “esas son mamadas”. Pero no se que demonios hice para que Yuriria me colgara. Puedo entender que no desee verme más, pero no entiendo esas actitudes que pareciese indicar que realmente como lo dijo ella, “fuiste solo un jueguito pendejo para mí”. No me dolería que fuese así, solo lo hubiese aclarado a tiempo y yo sabría si seguía tomando el rol que tomé en ese juego.
En ocasiones sentía una gran angustia por la huída de Yuriria, pero con cosas como las de eso días, lo cambié por un gran repudio. No había sentido este coraje desde ya hacía tiempo y se que no tengo que hablar de justicia, soy el menos indicado para hacerlo, pero le habré hecho tanto daño a Yuriria, como para que me trate con una insulsa y barata dignidad.
Por alguna razón, la soledad no llegó después de su "pérdida", poco tiempo después de "terminar con Yuriria", conocí a alguien; y es extraño, no me importaba, pero yo a ella si. Pero no podía estar con alguien que no me causaba estados de ánimo parecidos al ácido lisérgico. Yuriria era como el LSD, mi realidad era otra con ella, una que se inventó para sacudirse "un eterno compromiso", sin embargo, siempre los efectos se terminan. Pero estábamos en lo de esta mujer; decía sentir cierto grado de atracción por que soy un tipo raro, la dejé plantada en dos ocasiones, no contestaba sus mails y no me importaba saber si ella misma se llamaba atractiva y que no le interesaba nadie más. Realmente no sentía nada y no pude mentirle: “Solo soy un intento de escritor, un borracho que ahora ya no puede beber como antes, no soportó ni la leche deslactosada y las resacas ya no son habituales, me da diarrea a cada rato y lo que mejor me sienta son las continuas visitas al Salón Orizaba".
Recuerdo el viernes de la mejor lectura de los Avengers; realmente no tenía expectativas grandes acerca de eso, el Orizaba se llenó, llegó gente que no pensé que fuese y dimos ----Alvaro y Yo---- una lectura realmente salvaje. Ya ebrios vociferábamos los poemas y nos desnudábamos. El público también se emborracho y acabamos en una gran borrachera. Ese día, después de la lectura fui con el rambo a comprar algo de comer; y días después que regresé al Orizaba, el rambo estaba ebrio, dormido en las sucias sillas del Orizaba. Israel y yo subimos al tapanco y comenzamos a beber. Tuve que bajar al baño y el rambo me saludó efusivamente y me comenzó a contar todo lo de aquel día. Lo recuerda mejor que yo, le regalé una botella de charanda, yo dejé de beber eso, me jode el estómago más de lo que ya está; el rambo comenzó a llorar y realmente eso me dolió, es un pobre tipo que es más honesto que mucha gente con la que me he topado. No me cuesta nada, de vez en cuando llevarle una botella, eso es mejor que estar soportando ganchos al hígado de quien según te quiere. Todo el asunto de Yuriria comenzó porque alguien le hizo llegar información acerca de mí. Según esto, yo seguía viendo a Grissel y a Idalia y salíamos “en otro plan”, ja, pobre de ellas, como se atrevieron a involucrarlas de nuevo conmigo. Todo lo que le decían en esos mails a Yuriria fueron puros argumentos realmente estúpidos, pero en fin, ese fue el pretexto que ella tomó para terminar. Yo la notaba con flojera, creo que se aburrió de mí, lo peor es que no me lo hizo saber y yo seguí pensando en que todo iba bien.
En ocasiones sentía una gran angustia por la huída de Yuriria, pero con cosas como las de eso días, lo cambié por un gran repudio. No había sentido este coraje desde ya hacía tiempo y se que no tengo que hablar de justicia, soy el menos indicado para hacerlo, pero le habré hecho tanto daño a Yuriria, como para que me trate con una insulsa y barata dignidad.
Por alguna razón, la soledad no llegó después de su "pérdida", poco tiempo después de "terminar con Yuriria", conocí a alguien; y es extraño, no me importaba, pero yo a ella si. Pero no podía estar con alguien que no me causaba estados de ánimo parecidos al ácido lisérgico. Yuriria era como el LSD, mi realidad era otra con ella, una que se inventó para sacudirse "un eterno compromiso", sin embargo, siempre los efectos se terminan. Pero estábamos en lo de esta mujer; decía sentir cierto grado de atracción por que soy un tipo raro, la dejé plantada en dos ocasiones, no contestaba sus mails y no me importaba saber si ella misma se llamaba atractiva y que no le interesaba nadie más. Realmente no sentía nada y no pude mentirle: “Solo soy un intento de escritor, un borracho que ahora ya no puede beber como antes, no soportó ni la leche deslactosada y las resacas ya no son habituales, me da diarrea a cada rato y lo que mejor me sienta son las continuas visitas al Salón Orizaba".
Recuerdo el viernes de la mejor lectura de los Avengers; realmente no tenía expectativas grandes acerca de eso, el Orizaba se llenó, llegó gente que no pensé que fuese y dimos ----Alvaro y Yo---- una lectura realmente salvaje. Ya ebrios vociferábamos los poemas y nos desnudábamos. El público también se emborracho y acabamos en una gran borrachera. Ese día, después de la lectura fui con el rambo a comprar algo de comer; y días después que regresé al Orizaba, el rambo estaba ebrio, dormido en las sucias sillas del Orizaba. Israel y yo subimos al tapanco y comenzamos a beber. Tuve que bajar al baño y el rambo me saludó efusivamente y me comenzó a contar todo lo de aquel día. Lo recuerda mejor que yo, le regalé una botella de charanda, yo dejé de beber eso, me jode el estómago más de lo que ya está; el rambo comenzó a llorar y realmente eso me dolió, es un pobre tipo que es más honesto que mucha gente con la que me he topado. No me cuesta nada, de vez en cuando llevarle una botella, eso es mejor que estar soportando ganchos al hígado de quien según te quiere. Todo el asunto de Yuriria comenzó porque alguien le hizo llegar información acerca de mí. Según esto, yo seguía viendo a Grissel y a Idalia y salíamos “en otro plan”, ja, pobre de ellas, como se atrevieron a involucrarlas de nuevo conmigo. Todo lo que le decían en esos mails a Yuriria fueron puros argumentos realmente estúpidos, pero en fin, ese fue el pretexto que ella tomó para terminar. Yo la notaba con flojera, creo que se aburrió de mí, lo peor es que no me lo hizo saber y yo seguí pensando en que todo iba bien.
jueves, noviembre 25, 2004
MI PIACI QUANDO TACI / TI SPOGLI COME
Estoy pensando en "tulipanes", si, esos que abundan por todas las aceras de la Amsterdam Red Zone, pero también busco un poema, por lo pronto no mío, sino uno que me ayude a decir ciertas cosas, porque seguro si me planto frente a ella con los tulipanes y un poema mío, destrozaré el poema; y los tulipanes... mientras estén en las manos de Fell She Trane se podrán salvar de mi torpeza...
MI PIACI QUANDO TACI
Mi piaci quando taci perché sei come assente,
e mi ascolti da lungi e la mia voce non ti tocca.
Sembra che gli occhi ti sian volati via
e che un bacio ti abbia chiuso la bocca.
Poiché tutte le cose son piene della mia anima
emergi dalle cose, piene dell'anima mia.
Farfalla di sogno, rassomigli alla mia anima,
e rassomigli alla parola malinconia.
Mi piaci quando taci e sei come distante.
E stai come lamentandoti, farfalla turbante.
E mi ascolti da lungi, e la mia voce non ti raggiunge:
lascia che io taccia col tuo silenzio.
Lascia che ti parli pure col tuo silenzio
chiaro come una lampada, semplice come un anello.
Sei come la notte, silenziosa e costellata.
Il tuo silenzio è di stella, così lontano e semplice.
Mi piaci quando taci perché sei come assente.
Distante e dolorosa come se fossi morta.
Allora una parola, un sorriso bastano.
E son felice, felice che non sia così. PABLO NERUDA
TI SPOGLI COME
Ti spogli come se fossi sola
e subito scopri che stai con me.
Come ti desidero allora
tra le lenzuola ed il freddo!
Ti metti a flirtare con me come con uno sconosciuto
ed io ti faccio la corte cerimonioso e tiepido.
Penso che sono tuo marito
e che mi tradisci con me.
E come ci desideriamo allora nel riso
di trovarci soli nell'amore proibito!
(Poi, quando è finita, ho paura di te
e sento un brivido.) JAIME SABINES
MI PIACI QUANDO TACI
Mi piaci quando taci perché sei come assente,
e mi ascolti da lungi e la mia voce non ti tocca.
Sembra che gli occhi ti sian volati via
e che un bacio ti abbia chiuso la bocca.
Poiché tutte le cose son piene della mia anima
emergi dalle cose, piene dell'anima mia.
Farfalla di sogno, rassomigli alla mia anima,
e rassomigli alla parola malinconia.
Mi piaci quando taci e sei come distante.
E stai come lamentandoti, farfalla turbante.
E mi ascolti da lungi, e la mia voce non ti raggiunge:
lascia che io taccia col tuo silenzio.
Lascia che ti parli pure col tuo silenzio
chiaro come una lampada, semplice come un anello.
Sei come la notte, silenziosa e costellata.
Il tuo silenzio è di stella, così lontano e semplice.
Mi piaci quando taci perché sei come assente.
Distante e dolorosa come se fossi morta.
Allora una parola, un sorriso bastano.
E son felice, felice che non sia così. PABLO NERUDA
TI SPOGLI COME
Ti spogli come se fossi sola
e subito scopri che stai con me.
Come ti desidero allora
tra le lenzuola ed il freddo!
Ti metti a flirtare con me come con uno sconosciuto
ed io ti faccio la corte cerimonioso e tiepido.
Penso che sono tuo marito
e che mi tradisci con me.
E come ci desideriamo allora nel riso
di trovarci soli nell'amore proibito!
(Poi, quando è finita, ho paura di te
e sento un brivido.) JAIME SABINES
martes, noviembre 23, 2004
VELVET REVOLVER
La primera imagen que "tuve" al leer la frase velvet revolver , fue a Lorena con un largo vestido de terciopelo negro, portando un gastado revolver y disparando hacía mi cabeza; con su cabello rojizo revuelto y sonriendo al verme con la cabeza impactada en la loseta de mi pequeño baño. Sin embargo, se desvaneció eso cuando en la portada del cd vi a Scott Weiland acompañado de Slash, si, el de los Guns and Roses; ¿recuerdan el use your illusion... ja ? hace poco algo escuché en la radio, creo que Matt, Duff y Slash ya no soportaban a Axel Roses; y ya desde hace tiempo tenían un proyecto con Scott Weiland, así que decidieron hacer Contraband, además se les unió el guitarrista Dave Kushner. Velvet Revolver suena bastante bien, con el sonido característico de Weiland pero más "duro", por supuesto que no es como guns o stp mejorados, Slahs y compañia / Kushner y Weiland hacen un muy buen combo. Tenía mis reservas, después de que Zack de la Rocha dejó a los RATM y llegó "al rescate" Chris Cornell (ex vocal de Sound Garden), que para mi gusto, suena espantosa esa combinación; pero Velvet Revolver resultó bastante agresivo con un par de "lentas" canciones que a Weiland le salen muy bien.
Los ex Guns tuvieron bastante suerte, ya que buscaban vocalista para la banda y probaron a vocales como Sebastian Bach (el de Skid Row, ja , el que cantaba 18 and life y I remember you, canciones que me siguen gustando), seguramente a Slahs no le agradó los gritos histéricos de Bach o le recordó a su ex amigo Axel Roses; probaron bastantes vocales hasta que Weiland con todo y sus excesos embonó con los ochenteros ex guns n roses.
Los ex Guns tuvieron bastante suerte, ya que buscaban vocalista para la banda y probaron a vocales como Sebastian Bach (el de Skid Row, ja , el que cantaba 18 and life y I remember you, canciones que me siguen gustando), seguramente a Slahs no le agradó los gritos histéricos de Bach o le recordó a su ex amigo Axel Roses; probaron bastantes vocales hasta que Weiland con todo y sus excesos embonó con los ochenteros ex guns n roses.
lunes, noviembre 22, 2004
MERMAID IN MANHOLE
No soy un tipo tan insensibe, tanto así, que me he comprado una muñeca inflable, en la caja dice -----Magic Siren, tan suave como un pequeño terciopleo------; y aunque el vendedor me comentó que era lo más solicitado por mujeres lesbianas, el nombre de Magic Siren fue tentador, solo me bastó recordar "Mermaid in Manhole" de la críticada serie de peliculas "gore-ultraviolentas" Guinea Pig . Así que la compre, dentro del instructivo vi el nombre de la modelo en la cual se basaba "el molde de la muñeca"; Irma, ja , por alguna razón imaginé a una profesora universitaria, quizás de ciencias o cosas como estadística o física, con su falda impecablemente bien planchada, una blusa blanca y facilidad de palabra, algo engorrosa y dulce; con un tono de voz "aterciopelado". Irma, edad: 24 años, preferencias sexuales: mujeres, comida preferida: dietética; todo eso incluía los stats de la muñequita esa. La inflé y me llevé una sorpresa, pensé que cuándo tomaron a Irma de molde estaba estreñida o le dijeron, te va a comprar un tal Juan Beat; había imagiando un dulce y pacífico rostro, pero en cambio, la rabia era evidente, "la boca" chueca, unos "ojos" terribles e incluso mal diseñados, era una muñeca feísima, como una barby de plastico pirata; vi de nuevo el instructivo, quizás me habían cambiado a mi "mermalaid", pero no, cerca de nalga se encontraba el sello de garantía -----Magic Siren, copy right-----. La llevé a la sex shop, el vendedor me dijo -----pinche muñeca, de nuevo esta jeta, ya van tres que salen así con estos defectos, ¿quiere otra?-------. -------No, quiero mi dinero----- contesté. -------------Bueno cada quien----- dijo un poco consternado el vendedor; imaginé al tipo inflando a la magic siren, seguro la colocó boca arriba y se bajó los pantalones, rozó su pene con la "vagina vibratoria" y eyaculó. La frase -----Bueno cada quien----- me sonó de resignación.
El vendedor me regresó el dinero y salí a comprar terciopelo negro para forrar mi primer libro de poesía que nunca editaré ni podré ver en los estantes de las librerias. Esta vez, hasta con una muñeca me equivoqué.
El vendedor me regresó el dinero y salí a comprar terciopelo negro para forrar mi primer libro de poesía que nunca editaré ni podré ver en los estantes de las librerias. Esta vez, hasta con una muñeca me equivoqué.
jueves, noviembre 11, 2004
«UNE GÉNÉRATION PERDUE»
E. HEMINGWAY (PARIS)
Body: Nada más fácil de adquirir que el hábito de pasar por el 27 de la rué de Fleurus al caer la tarde, por amor a la lumbre y los cuadros magníficos y la conversación. Muchas veces yo era el único visitante, y Miss Stein estuvo siempre muy amable y por un tiempo estuvo cariñosa. Cuando yo volvía de un corto viaje a una conferencia política o al próximo Oriente o a Alemania, enviado por el periódico canadiense o por la agencia de noticias para la que trabajaba, ella me hacía contar todas las anécdotas divertidas. Siempre había incidentes chuscos que le gustaban, y le encantaban también los cuentos de un cómico macabro, lo que los alemanes llaman humor de horca. Miss Stein quería estar al tanto de la parte alegre de lo que ocurría por el mundo; nunca las partes reales, nunca las partes malas.
Yo era joven y no melancólico, y en los peores momentos ocurrían siempre cosas extravagantes y cómicas, y a Miss Stein le gustaba oírlas contar. De otras cosas yo no hablaba, pero las escribía por mi cuenta.
Cuando no había viaje reciente que contar, pero me dejaba caer por la rué de Fleurus al terminar mi trabajo, a veces procuraba que Miss Stein hablara de libros. Mientras estaba trabajando en algo mío, me resultaba necesario leer al acabar de escribir. Si uno sigue pensando en lo que escribe, pierde el hilo y al día siguiente no hay modo de continuar. Yo necesitaba hacer ejercicio, cansarme el cuerpo, y además era buena cosa hacer el amor con la persona que uno amaba. No había nada mejor que eso. Pero luego, vacío, era una necesidad leer para no pensar en el trabajo ni preocuparse hasta el momento de reemprenderlo. Por entonces ya me había adiestrado a no secar nunca el pozo de lo que escribo, y a pararme siempre cuando todavía queda algo en lo hondo del pozo, y a dejar que por la noche lo volvieran a llenar las fuentes de que se nutre.
Para no pensar en lo que estaba escribiendo, muchas veces después del trabajo leía cosas de escritores de aquel momento, tales como Aldous Huxley o D. H. Lawrence o cualquier libro nuevo que encontraba en la librería de Sylvia Beach o en un puesto de los quais.
—Huxley es un cadáver —me dijo una vez Miss Stein—. ¿Por qué va usted a leer a un cadáver? ¿No se da cuenta de que es un cadáver?
Yo no sabía entonces darme cuenta de que era un cadáver, y dije que sus libros me divertían y me distraían de pensar.
—Debería usted leer sólo lo verdaderamente bueno o lo francamente malo.
—Me he pasado todo este invierno y el otro invierno leyendo libros verdaderamente buenos y el próximo invierno lo pasaré igual, y los libros francamente malos no me gustan.
—¿A qué leer esa basura? Es basura puesta en conserva, créame, Hemingway. Obra de un cadáver.
—Me gusta estar al tanto de lo que escriben por ahí —dije—. Y me distrae de lo que yo escribo.
—¿Qué otras cosas está leyendo?
—A D. H. Lawrence —dije—. Tiene cuentos muy buenos, uno que se llama «El oficial prusiano».
—Intenté leer sus novelas. No hay modo. Es sentimental e insensato y risible. Tiene un estilo de enfermo.
—Hijos y amantes y El pavo blanco me gustaron —dije—. Bueno, el segundo tal vez no tanto. Lo que no pude terminar son las Mujeres enamoradas.
—Ya que no le gusta leer lo malo, le recomendaré una cosa que le absorberá y que es una maravilla en su género. Tiene que leer a Marie Belloc Lowndes.
Nunca había oído hablar de ella, pero Miss Stein me prestó The Lodger, esa maravilla de relato basado en Jack el Destripador, y además otro libro de un crimen en un pueblo cerca de París que estoy seguro que es Enghien-les-Bains. Eran dos libros espléndidos para después del trabajo, con personajes verosímiles y con una acción y un terror que nunca suenan a hueco. Eran perfectos para leer cuando uno había pasado el día trabajando, y me leí todos los Belloc Lowndes que existían. Pero un buen día se me acabaron, y además ninguno estaba a la altura de aquellos dos primeros, y no encontré nada tan bueno para llenar los vacíos del día o de la noche hasta que salieron las primeras buenas cosechas de Simenon.
Me parece que a Miss Stein le hubiera gustado el buen Simenon (el primero que yo leí fue o L’écluse numéro 1 o La maison du canal), pero no estoy seguro porque en la época en que frecuenté a Miss Stein no le gustaba leer en francés aunque le encantaba hablarlo. Fue Janet Flanner quien me pasó los dos primeros Simenon que leí. Ella tenía afición a leer francés y había descubierto a Simenon cuando el hombre aún hacía reportajes de crímenes.
En los tres o cuatro años en que fuimos buenos amigos no logro recordar que Gertrude Stein hablara bien de ningún escritor a no ser que hubiera escrito en favor de ella o hecho algo en beneficio de su carrera, salvo en el caso de Ronald Firbank y más tarde de Scott Fitzgerald. Cuando empecé a tratarla no decía nada de Sherwood Anderson como escritor, pero hablaba con fervor de su persona y de sus grandes ojos de italiano hermosos y cálidos, y de su bondad y su encanto. A mí me importaban un bledo sus grandes ojos de italiano hermosos y cálidos, pero me gustaban mucho algunos cuentos suyos. Eran sencillos de estilo y a veces muy hermosos de estilo, y conocía muy bien a las gentes sobre las que escribía y sentía por ellas una honda cordialidad. Miss Stein no quería hablar de sus cuentos y siempre volvía a su persona.
—¿Y qué me dice de sus novelas? —le pregunté. Pero ella no quería hablar de las obras de Anderson, de la misma manera que no quería hablar de Joyce. Si alguien mencionaba dos veces a Joyce en su casa, no se le invitaba nunca más. Era como si uno está hablando con un general y le habla bien de otro general. Es un error que después de haberlo cometido una sola vez uno aprende a no repetir. Claro que a un general siempre se le puede hablar bien de otro general que ha sido derrotado por el general a quien uno habla. El general con quien uno habla hará elogios magníficos del general derrotado y luego se le caerá la baba contando con todo detalle cómo le derrotó.
Los cuentos de Anderson eran demasiado buenos para que resultara un acierto tomarlos como tema de conversación. Yo estaba dispuesto a hablar a Miss Stein de cómo me desconcertaba la maldad de las novelas de Anderson, pero sería otra metedura de pata porque significaría criticar a uno de los más leales defensores de Miss Stein. Cuando al fin él se descolgó con una novela llamada Dark laughter, tan atrozmente mala y boba y afectada que no pude contenerme y la parodié en Torrentes de Primavera, Miss Stein se enfadó de verdad. Yo había atacado a alguien que formaba parte de su escenografía. Pero antes hubo un largo período en que por esa parte no vinieron enfados. Ella misma se puso a elogiar a Anderson con prodigalidad en cuanto se vio que era un escritor acabado.
Miss Stein estaba furiosa contra Ezra Pound porque se había sentado con demasiado abandono en una silla pequeña y frágil, y sin duda incómoda y que es muy posible le ofrecieran adrede, y la torció o la rompió. El hecho de que él fuera un gran poeta y un hombre cordial y generoso, y que cabía perfectamente en una silla de tamaño normal, no se le tenía en cuenta. Las razones de su antipatía a Ezra, según ella las expone con destreza y malicia, se las inventó años más tarde.
Estábamos de vuelta del Canadá y vivíamos en la rué Notre-Dame-des-Champs y Miss Stein y yo éramos todavía buenos amigos, cuando ella lanzó el comentario ése de la generación perdida. Tuvo pegas con el contacto del viejo Ford T que entonces guiaba, y un empleado del garaje, un joven que había servido en el último año de la guerra, no puso demasiado empeño en reparar el Ford de Miss Stein, o tal vez simplemente le hizo esperar su turno después de otros vehículos. El caso es que se decidió que el joven no era sérieux, y que el patron del garaje le había reñido severamente de resultas de la queja de Miss Stein. Una cosa que el patron dijo fue: «Todos vosotros sois une génération perdue.»
—Eso es lo que son ustedes. Todos ustedes son eso —dijo Miss Stein—. Todos los jóvenes que sirvieron en la guerra. Son una generación perdida.
—¿De veras? —dije.
—Lo son —insistió—. No le tienen respeto a nada. Se emborrachan hasta matarse...
—¿Estaba borracho ese joven mecánico? —pregunté.
—Claro que no.
—¿Usted me ha visto alguna vez borracho?
—No. Pero sus amigos son unos borrachos.
—A veces me he emborrachado —dije—. Pero no la visito a usted cuando estoy borracho.
—Desde luego que no. No dije eso.
—El patron de ese muchacho estaba probablemente borracho a las once de la mañana —dije—. Así le salen de hermosas las frases.
—No me discuta, Hemingway —dijo Miss Stein—. No le hace ningún favor. Todos ustedes son una generación perdida, exactamente como dijo el del garaje.
Cuando, luego, puse las palabras del garajista referidas por Miss Stein como epígrafe de mi primera novela, procuré equilibrarías con una cita del Eclesiastés. Pero aquella noche, mientras caminaba de vuelta a casa, pensé en el muchacho del garaje y me pregunté si alguna vez le habrían transportado en uno de aquellos vehículos que reparaba, precisamente en un Ford T cuando los tenían convertidos en ambulancia. Me acordé de cómo se quemaban sus frenos bajando por las carreteras de montañas con toda una carga de heridos hasta que para frenar había que poner la primera y finalmente la marcha atrás, y de cómo los últimos ejemplares que quedaban fueron despeñados por una pendiente, vacíos, para que tuvieran que remplazarlos por grandes Fiat con buenos cambios en H y con frenos metálicos. Pensé en Miss Stein y en Sherwood Anderson y en lo que significan el egoísmo y la pereza mental frente a la disciplina, y me dije: ¿quién trata a quién de generación perdida? Y cuando llegué a la altura de la Closerie des Lilas y la luz daba en mi viejo amigo, la estatua del mariscal Ney blandiendo su espada con las sombras de los árboles en su bronce, y allí estaba él bien sólito y nadie seguía su avance y en menudo fregado se metió en Waterloo, pensé que todas las generaciones se pierden por algo y siempre se han perdido y siempre se perderán, y me senté en la Closerie para hacer compañía a la estatua y me tomé una cerveza muy fría antes de volver a casa, al piso de encima de la serrería. Pero mientras me estaba allí sentado frente a mi cerveza, mirando la estatua y pensando en los muchos días que Ney pasó peleando en retaguardia en la retirada de Moscú, cuando Napoleón ya había tomado la delantera en el coche con Caulaincourt, me acordé de que Miss Stein había sido una amiga buena y cariñosa y qué hermosas cosas decía de Apollinaire y contando su muerte en el día del armisticio en 1918 cuando la multitud chillaba por la calle «À bas Guillaume», y Apollinaire en su delirio creía que iba por él, y me dije, voy a hacer cuanto esté en mi mano por serle útil y para que se den cuenta de que ha escrito cosas muy buenas, y lo haré siempre que pueda con la ayuda de Dios y de Mike Ney. Pero al cuerno con sus sermones de generación perdida y con toda la porquería de etiquetas que cualquiera puede ir por ahí pegando. Cuando llegué a casa y crucé el patio y subí las escaleras y me encontré a mi mujer y a mi hijo y a F. Puss que era el gato de mi hijo, todos contentos y con un fuego en la chimenea, le dije a mi mujer:
—Sabes, Gertrude es una buena mujer, al fin y al cabo.
—Claro que lo es, Tatie.
—Pero a veces dice la mar de disparates.
—Nunca la he oído hablar —dijo mi mujer—. Yo soy una esposa. A mí me da conversación su amiga.
Body: Nada más fácil de adquirir que el hábito de pasar por el 27 de la rué de Fleurus al caer la tarde, por amor a la lumbre y los cuadros magníficos y la conversación. Muchas veces yo era el único visitante, y Miss Stein estuvo siempre muy amable y por un tiempo estuvo cariñosa. Cuando yo volvía de un corto viaje a una conferencia política o al próximo Oriente o a Alemania, enviado por el periódico canadiense o por la agencia de noticias para la que trabajaba, ella me hacía contar todas las anécdotas divertidas. Siempre había incidentes chuscos que le gustaban, y le encantaban también los cuentos de un cómico macabro, lo que los alemanes llaman humor de horca. Miss Stein quería estar al tanto de la parte alegre de lo que ocurría por el mundo; nunca las partes reales, nunca las partes malas.
Yo era joven y no melancólico, y en los peores momentos ocurrían siempre cosas extravagantes y cómicas, y a Miss Stein le gustaba oírlas contar. De otras cosas yo no hablaba, pero las escribía por mi cuenta.
Cuando no había viaje reciente que contar, pero me dejaba caer por la rué de Fleurus al terminar mi trabajo, a veces procuraba que Miss Stein hablara de libros. Mientras estaba trabajando en algo mío, me resultaba necesario leer al acabar de escribir. Si uno sigue pensando en lo que escribe, pierde el hilo y al día siguiente no hay modo de continuar. Yo necesitaba hacer ejercicio, cansarme el cuerpo, y además era buena cosa hacer el amor con la persona que uno amaba. No había nada mejor que eso. Pero luego, vacío, era una necesidad leer para no pensar en el trabajo ni preocuparse hasta el momento de reemprenderlo. Por entonces ya me había adiestrado a no secar nunca el pozo de lo que escribo, y a pararme siempre cuando todavía queda algo en lo hondo del pozo, y a dejar que por la noche lo volvieran a llenar las fuentes de que se nutre.
Para no pensar en lo que estaba escribiendo, muchas veces después del trabajo leía cosas de escritores de aquel momento, tales como Aldous Huxley o D. H. Lawrence o cualquier libro nuevo que encontraba en la librería de Sylvia Beach o en un puesto de los quais.
—Huxley es un cadáver —me dijo una vez Miss Stein—. ¿Por qué va usted a leer a un cadáver? ¿No se da cuenta de que es un cadáver?
Yo no sabía entonces darme cuenta de que era un cadáver, y dije que sus libros me divertían y me distraían de pensar.
—Debería usted leer sólo lo verdaderamente bueno o lo francamente malo.
—Me he pasado todo este invierno y el otro invierno leyendo libros verdaderamente buenos y el próximo invierno lo pasaré igual, y los libros francamente malos no me gustan.
—¿A qué leer esa basura? Es basura puesta en conserva, créame, Hemingway. Obra de un cadáver.
—Me gusta estar al tanto de lo que escriben por ahí —dije—. Y me distrae de lo que yo escribo.
—¿Qué otras cosas está leyendo?
—A D. H. Lawrence —dije—. Tiene cuentos muy buenos, uno que se llama «El oficial prusiano».
—Intenté leer sus novelas. No hay modo. Es sentimental e insensato y risible. Tiene un estilo de enfermo.
—Hijos y amantes y El pavo blanco me gustaron —dije—. Bueno, el segundo tal vez no tanto. Lo que no pude terminar son las Mujeres enamoradas.
—Ya que no le gusta leer lo malo, le recomendaré una cosa que le absorberá y que es una maravilla en su género. Tiene que leer a Marie Belloc Lowndes.
Nunca había oído hablar de ella, pero Miss Stein me prestó The Lodger, esa maravilla de relato basado en Jack el Destripador, y además otro libro de un crimen en un pueblo cerca de París que estoy seguro que es Enghien-les-Bains. Eran dos libros espléndidos para después del trabajo, con personajes verosímiles y con una acción y un terror que nunca suenan a hueco. Eran perfectos para leer cuando uno había pasado el día trabajando, y me leí todos los Belloc Lowndes que existían. Pero un buen día se me acabaron, y además ninguno estaba a la altura de aquellos dos primeros, y no encontré nada tan bueno para llenar los vacíos del día o de la noche hasta que salieron las primeras buenas cosechas de Simenon.
Me parece que a Miss Stein le hubiera gustado el buen Simenon (el primero que yo leí fue o L’écluse numéro 1 o La maison du canal), pero no estoy seguro porque en la época en que frecuenté a Miss Stein no le gustaba leer en francés aunque le encantaba hablarlo. Fue Janet Flanner quien me pasó los dos primeros Simenon que leí. Ella tenía afición a leer francés y había descubierto a Simenon cuando el hombre aún hacía reportajes de crímenes.
En los tres o cuatro años en que fuimos buenos amigos no logro recordar que Gertrude Stein hablara bien de ningún escritor a no ser que hubiera escrito en favor de ella o hecho algo en beneficio de su carrera, salvo en el caso de Ronald Firbank y más tarde de Scott Fitzgerald. Cuando empecé a tratarla no decía nada de Sherwood Anderson como escritor, pero hablaba con fervor de su persona y de sus grandes ojos de italiano hermosos y cálidos, y de su bondad y su encanto. A mí me importaban un bledo sus grandes ojos de italiano hermosos y cálidos, pero me gustaban mucho algunos cuentos suyos. Eran sencillos de estilo y a veces muy hermosos de estilo, y conocía muy bien a las gentes sobre las que escribía y sentía por ellas una honda cordialidad. Miss Stein no quería hablar de sus cuentos y siempre volvía a su persona.
—¿Y qué me dice de sus novelas? —le pregunté. Pero ella no quería hablar de las obras de Anderson, de la misma manera que no quería hablar de Joyce. Si alguien mencionaba dos veces a Joyce en su casa, no se le invitaba nunca más. Era como si uno está hablando con un general y le habla bien de otro general. Es un error que después de haberlo cometido una sola vez uno aprende a no repetir. Claro que a un general siempre se le puede hablar bien de otro general que ha sido derrotado por el general a quien uno habla. El general con quien uno habla hará elogios magníficos del general derrotado y luego se le caerá la baba contando con todo detalle cómo le derrotó.
Los cuentos de Anderson eran demasiado buenos para que resultara un acierto tomarlos como tema de conversación. Yo estaba dispuesto a hablar a Miss Stein de cómo me desconcertaba la maldad de las novelas de Anderson, pero sería otra metedura de pata porque significaría criticar a uno de los más leales defensores de Miss Stein. Cuando al fin él se descolgó con una novela llamada Dark laughter, tan atrozmente mala y boba y afectada que no pude contenerme y la parodié en Torrentes de Primavera, Miss Stein se enfadó de verdad. Yo había atacado a alguien que formaba parte de su escenografía. Pero antes hubo un largo período en que por esa parte no vinieron enfados. Ella misma se puso a elogiar a Anderson con prodigalidad en cuanto se vio que era un escritor acabado.
Miss Stein estaba furiosa contra Ezra Pound porque se había sentado con demasiado abandono en una silla pequeña y frágil, y sin duda incómoda y que es muy posible le ofrecieran adrede, y la torció o la rompió. El hecho de que él fuera un gran poeta y un hombre cordial y generoso, y que cabía perfectamente en una silla de tamaño normal, no se le tenía en cuenta. Las razones de su antipatía a Ezra, según ella las expone con destreza y malicia, se las inventó años más tarde.
Estábamos de vuelta del Canadá y vivíamos en la rué Notre-Dame-des-Champs y Miss Stein y yo éramos todavía buenos amigos, cuando ella lanzó el comentario ése de la generación perdida. Tuvo pegas con el contacto del viejo Ford T que entonces guiaba, y un empleado del garaje, un joven que había servido en el último año de la guerra, no puso demasiado empeño en reparar el Ford de Miss Stein, o tal vez simplemente le hizo esperar su turno después de otros vehículos. El caso es que se decidió que el joven no era sérieux, y que el patron del garaje le había reñido severamente de resultas de la queja de Miss Stein. Una cosa que el patron dijo fue: «Todos vosotros sois une génération perdue.»
—Eso es lo que son ustedes. Todos ustedes son eso —dijo Miss Stein—. Todos los jóvenes que sirvieron en la guerra. Son una generación perdida.
—¿De veras? —dije.
—Lo son —insistió—. No le tienen respeto a nada. Se emborrachan hasta matarse...
—¿Estaba borracho ese joven mecánico? —pregunté.
—Claro que no.
—¿Usted me ha visto alguna vez borracho?
—No. Pero sus amigos son unos borrachos.
—A veces me he emborrachado —dije—. Pero no la visito a usted cuando estoy borracho.
—Desde luego que no. No dije eso.
—El patron de ese muchacho estaba probablemente borracho a las once de la mañana —dije—. Así le salen de hermosas las frases.
—No me discuta, Hemingway —dijo Miss Stein—. No le hace ningún favor. Todos ustedes son una generación perdida, exactamente como dijo el del garaje.
Cuando, luego, puse las palabras del garajista referidas por Miss Stein como epígrafe de mi primera novela, procuré equilibrarías con una cita del Eclesiastés. Pero aquella noche, mientras caminaba de vuelta a casa, pensé en el muchacho del garaje y me pregunté si alguna vez le habrían transportado en uno de aquellos vehículos que reparaba, precisamente en un Ford T cuando los tenían convertidos en ambulancia. Me acordé de cómo se quemaban sus frenos bajando por las carreteras de montañas con toda una carga de heridos hasta que para frenar había que poner la primera y finalmente la marcha atrás, y de cómo los últimos ejemplares que quedaban fueron despeñados por una pendiente, vacíos, para que tuvieran que remplazarlos por grandes Fiat con buenos cambios en H y con frenos metálicos. Pensé en Miss Stein y en Sherwood Anderson y en lo que significan el egoísmo y la pereza mental frente a la disciplina, y me dije: ¿quién trata a quién de generación perdida? Y cuando llegué a la altura de la Closerie des Lilas y la luz daba en mi viejo amigo, la estatua del mariscal Ney blandiendo su espada con las sombras de los árboles en su bronce, y allí estaba él bien sólito y nadie seguía su avance y en menudo fregado se metió en Waterloo, pensé que todas las generaciones se pierden por algo y siempre se han perdido y siempre se perderán, y me senté en la Closerie para hacer compañía a la estatua y me tomé una cerveza muy fría antes de volver a casa, al piso de encima de la serrería. Pero mientras me estaba allí sentado frente a mi cerveza, mirando la estatua y pensando en los muchos días que Ney pasó peleando en retaguardia en la retirada de Moscú, cuando Napoleón ya había tomado la delantera en el coche con Caulaincourt, me acordé de que Miss Stein había sido una amiga buena y cariñosa y qué hermosas cosas decía de Apollinaire y contando su muerte en el día del armisticio en 1918 cuando la multitud chillaba por la calle «À bas Guillaume», y Apollinaire en su delirio creía que iba por él, y me dije, voy a hacer cuanto esté en mi mano por serle útil y para que se den cuenta de que ha escrito cosas muy buenas, y lo haré siempre que pueda con la ayuda de Dios y de Mike Ney. Pero al cuerno con sus sermones de generación perdida y con toda la porquería de etiquetas que cualquiera puede ir por ahí pegando. Cuando llegué a casa y crucé el patio y subí las escaleras y me encontré a mi mujer y a mi hijo y a F. Puss que era el gato de mi hijo, todos contentos y con un fuego en la chimenea, le dije a mi mujer:
—Sabes, Gertrude es una buena mujer, al fin y al cabo.
—Claro que lo es, Tatie.
—Pero a veces dice la mar de disparates.
—Nunca la he oído hablar —dijo mi mujer—. Yo soy una esposa. A mí me da conversación su amiga.
jueves, noviembre 04, 2004
MIENTRAS JUEGO FIFA 2004...
Laura llamaba, quería entregarme un lista de encargos; yo hace días había conectado mi atari 2600 en la nueva tv panasonic. Encontré en un caja de galletas marías, muchos juegos del 2600; "snoopy and the red baron", "Grand Prix", "Vanguard", "Heroe", "football soccer", "Mario Bros." "Seaquest"... un montón de esos grandes cartuchos con portadas coloreadas. La Xbox, flamante, nueva, la había estrenado con el Shenmue II (juego que en el Dreamcast era de 4 cds y me tomó una semana terminar) y el Silent Hill 2, pero, no encontraba nada más satisfactorio que luchar contra esas "cosas voladoras" y "serpientes" que salían de las paredes en el "Heroe". Laura llamaba y llamaba al celular, llevábamos saliendo un par de meses y desde que la x box "había llegado a mi vida", Laura estaba cada vez más metida en una oficina. Cada vez que me sentaba frente al psone a jugar el fifa 2002, olvidaba que a las 9 en punto de la noche tenía que estar en la puerta de la redacción de ese periódico. Lo que yo lamentaba, era que el periódico no era de esos amarillistas, uno como la prensa o el alarma en el cuál siempre he querido trabajar escribiendo en la nota roja o tomando las maravillosas fotos gore que "engalanan" sus páginas. Ese periódico era aburrido, toda la gente me veía extraño cuando llegué a esperar a Laura detrás de su escritorio; yo no quería molestarlos, me colocaba mis audífonos y sacaba mi game boy color mientras el gordo, el que según era de la "sección cultural" me veía como si yo estuviese matando a alguien", simplemente jugaba el final fantasy adventure. Todo se fue desgastando con Laura, su oficina, los de su oficina, sus caprichos, sus brakects horribles; el que yo bebiera cerveza obscura todos los días; el que yo tuviera una ibook y de "nuevo" mi atari 2600. La noche antes de salir de viaje terminé el silent hill 2, eran las 4 am, con el buzón del cel lleno de mentadas y encarguitos parisinos, solo borré los mensajes y dormí plácidamente.
Es difícil "sacudirse" esa condición de Gamer. Siempre he estado jugando activamente, solo hubo un pequeño periodo, no tuve el N64, en ese entonces estaba más preocupado por terminar de leer a Celine y Baudelaire que por jugar. Llegó el Psone y desde entonces varias mujeres han terminado conmigo, hice un examen profesional en la UNAM, leí en Bellas Artes junto a Lawrence Ferlinghetti; y todo eso, no me ha quitado esa "maldita satisfacción" que da estar frente a una consola, arreglándomelas con el mounstroso control de la X box y usando la caminadora mientras juego el fifa 2004.
Es difícil "sacudirse" esa condición de Gamer. Siempre he estado jugando activamente, solo hubo un pequeño periodo, no tuve el N64, en ese entonces estaba más preocupado por terminar de leer a Celine y Baudelaire que por jugar. Llegó el Psone y desde entonces varias mujeres han terminado conmigo, hice un examen profesional en la UNAM, leí en Bellas Artes junto a Lawrence Ferlinghetti; y todo eso, no me ha quitado esa "maldita satisfacción" que da estar frente a una consola, arreglándomelas con el mounstroso control de la X box y usando la caminadora mientras juego el fifa 2004.
viernes, octubre 29, 2004
¿ ME ESTARE AMARGANDO?
En esta ocasión no asistí al EGS, si bien, es el evento más importante de video juegos en México, me pareció excesivo el precio de 250 pesos por un "bono de 3 días". El año pasado costó 100 y era por 4 días, además regalaron un MMRPG programado por mexicanos que nunca sirvió. El juego parecía bueno (algo así como el Ever Quest), sin embargo, los servidores a los que se debía conectar desde la pc nunca funcionaron, todavía lo tengo instalado y en ocasiones trato de "jugar" y sigue sin conectarse, ahora entiendo porque lo regalaron. Fui los cuatro días en aquella ocasión y por supuesto los precios estaban excesivos, había conferencias, mujeres voluptuosas con quien retratarse y algunos torneos; estuve apunto de ganar en el Fifa 2004, pero fui descalificado, ya que cada día, mediante una card tenía que registrarme y cargarle no se que demonios a esa tarjetita. El primer día lo hice, pero el segundo, me dio flojera hacer cola mientras "el sistema regresaba"; no me importó y aún así estuve jugando, con el "pobre" equipo del Osasuna gané todas mis partidas, pero cuando entregué mi card para cargar mis puntos, el tipo casi enfadado me regañó por no haberme registrado aquel día. -----Es un juego, que más da------ le dije, y estuve conforme con mi descalificación. Regresé con las "manos vacías" los 4 días del EGS 2003, terminé comprando el Fifa 2004 en república del salvador y aún tengo un par de juegos que ni siquiera he colocado en las consolas.
Hoy me entretengo con Barry Gifford y su Baby Cat-Face y lo combino un poco con el Final Fantasy Tactics Advance. Veo películas en casa o supuestamente hago un poco de ejercicio en el skate; por cierto, hace unos minutos terminé de ver Lucia y el Sexo y me pareció horrible, ni siquiera la actriz esa me gustó; además, gracias al título "Memorias de mis Putas Tristes" he leído a G. García Márquez y puede que sea yo al que nada le gusta, me dio flojera ese "librito". ¿Me estaré amargando?
Hoy me entretengo con Barry Gifford y su Baby Cat-Face y lo combino un poco con el Final Fantasy Tactics Advance. Veo películas en casa o supuestamente hago un poco de ejercicio en el skate; por cierto, hace unos minutos terminé de ver Lucia y el Sexo y me pareció horrible, ni siquiera la actriz esa me gustó; además, gracias al título "Memorias de mis Putas Tristes" he leído a G. García Márquez y puede que sea yo al que nada le gusta, me dio flojera ese "librito". ¿Me estaré amargando?
jueves, octubre 14, 2004
EL SEGUNDO DOLOR
http://ztarz.blogspot.com/
Body: B y E se encuentran en la sala de un viejo departamento en la Col. Roma, acomodan libros, cuadernos, discos, B acaba de llegar de viaje.
B Le ha comporado un libro a E
B- te gustará se llama suicidas
E- como sabes que me gustara?
B- te atrae el titulo , me equivoco?
E- que tonterías dices...
B- está en español, porque que hueva leer en inglés
E- eh?
(silencio cómodo, B bebe un poco de tinto,cierra los ojos y degusta)
E- que piensas cuando piensas en mi?
B toma un trago y mira hacia el vacío
B- en tus ojos hundidos,en lo que dices cuando duermes..
E- basta de romanticismos
B deja la copa de tinto,dirije su mirada hacia ella, contiene la respiración
B- En tu tristeza
E hace un ligero movimiento de desaprobación,mira hacia otro lado
E- Mi tristeza?
B- tu triste tristeza, tu frialdad, y más aún, pienso en que sigo aquí por que veo lo que hay detrás de toda esa tristeza, de ese vacío
hay solo miedo. Miedo, colmado de una profunda desesperación...
E se levanta, camina hacia otra dirección, acómoda algunos discos.
E- Cuando pienso en ti, solo veo tu vida llena de estabilidad y me da naúseas, tu departamento estable
Mcmierda todos los sábados, las Indio los viernes, el tinto los domingos, Charlie Parker cada estúpido lunes,
sexo 3 veces a la semana, pelear por la pasta dental los martes...Odio los lunes
B- defensa, siempre estas a la defensiva..ese es el miedo del que te hablo..
silencio en la sala/ silencio incómodo...
E abre un cuaderno viejo, comienza a leer algo, lo cierra y suspira
E- no puedo creer que escribí ésto, me siento tan rídicula de haberlo hecho..Ya no significa nada
es nada, Pero ahora que lo leo es como si doliera por segunda vez, pero diferente, de una manera menos visceral, cómo..como
más digerida...el segundo dolor.
B- me gusta tu dolor
E- a mi no...(deja el cuaderno en su lugar, se sienta junto a B de nuevo)
B- oye... (largo silencio)
B- estoy enamorado de ti.
E lo mira a los ojos , se miran durante 2 minutos y ella baja la cabeza
B- tu me olvidaras
silencios
E- estoy temblando
B- pero nunca es por mí..la única vez que te vi temblando por mi, fué cuando lo hicimos en la cabaña y te emborrachaste tanto que olvidaste
todas tus costumbres y te relajaste, cuando tuviste ésos orgasmos estabas temblando, como una niña, tenías los ojos cerrados, y todo tu cuerpo temblaba..
y te veías tan blanca, yo no podía dejar de mirarte..temblabas por primera vez, yo te había hecho temblar...
También fué la única vez que te visto así
E- odio tomar
B -prefieres drogarte
E- cuando ya no estés aqui llorare por ti
B- no llores, ¿que sentido tendría?
E- las putas siempre lloramos por los hombres.
Ellos se sientan a comer, no sé hablan para nada, ni siquiera para pedirse la sal.
Cada uno mira su plato, el ruido del tenedor en el fondo del plato te da una idea de lo que sienten, la tensión crece...
No comen, solo juegan con la comida, como peinandola, prefieren comerla desabrida que pedir la sal...
B- así es nuestra relación, prefieres comerte ésa carne desabrida, que pedirme la sal..
E no responde
Dan un bocado de cuando en cuando, un trago de agua cada 4 bocados, B sorbe el agua de manera irritante.
B- nos sentamos a comer juntos solo porque lo contrario significaría que no tenemos remedio.
E- no es que no tengamos remedio, es que no queremos remediarlo en éste momento..
B- pero tampoco queremos perderlo
B- entonces, el ruido de los tenedores, el sorbo de agua, las No miradas
E- Aveces los silencios te dicen mucho más...
L*
PD:
<> dice: (14:16:19)
†††es tuyo y mio
<> dice: (14:16:30)
†††tu eres B
<> dice: (14:16:53)
†††E son tus todas, tu lorena, tu karina, yo.. todas
Body: B y E se encuentran en la sala de un viejo departamento en la Col. Roma, acomodan libros, cuadernos, discos, B acaba de llegar de viaje.
B Le ha comporado un libro a E
B- te gustará se llama suicidas
E- como sabes que me gustara?
B- te atrae el titulo , me equivoco?
E- que tonterías dices...
B- está en español, porque que hueva leer en inglés
E- eh?
(silencio cómodo, B bebe un poco de tinto,cierra los ojos y degusta)
E- que piensas cuando piensas en mi?
B toma un trago y mira hacia el vacío
B- en tus ojos hundidos,en lo que dices cuando duermes..
E- basta de romanticismos
B deja la copa de tinto,dirije su mirada hacia ella, contiene la respiración
B- En tu tristeza
E hace un ligero movimiento de desaprobación,mira hacia otro lado
E- Mi tristeza?
B- tu triste tristeza, tu frialdad, y más aún, pienso en que sigo aquí por que veo lo que hay detrás de toda esa tristeza, de ese vacío
hay solo miedo. Miedo, colmado de una profunda desesperación...
E se levanta, camina hacia otra dirección, acómoda algunos discos.
E- Cuando pienso en ti, solo veo tu vida llena de estabilidad y me da naúseas, tu departamento estable
Mcmierda todos los sábados, las Indio los viernes, el tinto los domingos, Charlie Parker cada estúpido lunes,
sexo 3 veces a la semana, pelear por la pasta dental los martes...Odio los lunes
B- defensa, siempre estas a la defensiva..ese es el miedo del que te hablo..
silencio en la sala/ silencio incómodo...
E abre un cuaderno viejo, comienza a leer algo, lo cierra y suspira
E- no puedo creer que escribí ésto, me siento tan rídicula de haberlo hecho..Ya no significa nada
es nada, Pero ahora que lo leo es como si doliera por segunda vez, pero diferente, de una manera menos visceral, cómo..como
más digerida...el segundo dolor.
B- me gusta tu dolor
E- a mi no...(deja el cuaderno en su lugar, se sienta junto a B de nuevo)
B- oye... (largo silencio)
B- estoy enamorado de ti.
E lo mira a los ojos , se miran durante 2 minutos y ella baja la cabeza
B- tu me olvidaras
silencios
E- estoy temblando
B- pero nunca es por mí..la única vez que te vi temblando por mi, fué cuando lo hicimos en la cabaña y te emborrachaste tanto que olvidaste
todas tus costumbres y te relajaste, cuando tuviste ésos orgasmos estabas temblando, como una niña, tenías los ojos cerrados, y todo tu cuerpo temblaba..
y te veías tan blanca, yo no podía dejar de mirarte..temblabas por primera vez, yo te había hecho temblar...
También fué la única vez que te visto así
E- odio tomar
B -prefieres drogarte
E- cuando ya no estés aqui llorare por ti
B- no llores, ¿que sentido tendría?
E- las putas siempre lloramos por los hombres.
Ellos se sientan a comer, no sé hablan para nada, ni siquiera para pedirse la sal.
Cada uno mira su plato, el ruido del tenedor en el fondo del plato te da una idea de lo que sienten, la tensión crece...
No comen, solo juegan con la comida, como peinandola, prefieren comerla desabrida que pedir la sal...
B- así es nuestra relación, prefieres comerte ésa carne desabrida, que pedirme la sal..
E no responde
Dan un bocado de cuando en cuando, un trago de agua cada 4 bocados, B sorbe el agua de manera irritante.
B- nos sentamos a comer juntos solo porque lo contrario significaría que no tenemos remedio.
E- no es que no tengamos remedio, es que no queremos remediarlo en éste momento..
B- pero tampoco queremos perderlo
B- entonces, el ruido de los tenedores, el sorbo de agua, las No miradas
E- Aveces los silencios te dicen mucho más...
L*
PD:
<
†††es tuyo y mio
<
†††tu eres B
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†††E son tus todas, tu lorena, tu karina, yo.. todas
miércoles, octubre 13, 2004
ESTATICO...
Hace días que pensaba recurrentemente en la desolación, se me acentuó ese sentimiento mientras en mi monitor de veintitantas pulgadas se mezclaban los sonidos del tango y las botellas de cerveza argentina Quilmes chocando unas con otras. Y la desesperanza apareció con Ernesto Sabato. En el “Túnel” relata una historia de amor “frágil” (en el sentido de lo fugaz que puede ser la felicidad) plagada de dependencia departe de él hacia ella. Creo que simplemente, vivir bajo la consigna de lo efímero es un ejemplo claro de toda esa desesperanza y ese nauseabundo sentimiento de pérdida que cada mañana al pisar hasta el fondo el acelerador del auto se va “diluyendo un poco” conforme el velocímetro se acerca a los 100. Yo tengo eso, quizás algunos ni siquiera se sientan mejor viendo pasar autos a su lado.
Me siento estático, y se que cierta soledad me sienta bien; pase 1 semana "completamente solo" en Paris, y aún con mi estupidez de hacer mal las cuentas y quedarme con 40 Euros para la semana, me la pasé bien caminando y durmiendo en una gran habitación de Hotel; comiendo sándwiches y de vez en cuando bebiendo mala cerveza cronemburg. Me despertaba al filo de las 11 am, y a las 12 de la tarde ya estaba caminando por algún sitio, solo bastaba el mapa, mis discman y el saber que probablemente sería una de las pocas ocasiones en la cual podría sentarme en los jardines del Palacio de Luxemburgo a dormir sin preocuparme de abrir lo ojos y tener que pensar en ella burlándose de mi poca "capacidad para actuar". Me ofrecieron sexo en cabinas, transexuales por 15 euros y hash barato; yo solo quería... olvidar, y ahora, sin esa tranquilidad del cementerio de Montparnasse he logrado olvidarme que existía una mujer hace apenas unos meses.
Me siento estático, y se que cierta soledad me sienta bien; pase 1 semana "completamente solo" en Paris, y aún con mi estupidez de hacer mal las cuentas y quedarme con 40 Euros para la semana, me la pasé bien caminando y durmiendo en una gran habitación de Hotel; comiendo sándwiches y de vez en cuando bebiendo mala cerveza cronemburg. Me despertaba al filo de las 11 am, y a las 12 de la tarde ya estaba caminando por algún sitio, solo bastaba el mapa, mis discman y el saber que probablemente sería una de las pocas ocasiones en la cual podría sentarme en los jardines del Palacio de Luxemburgo a dormir sin preocuparme de abrir lo ojos y tener que pensar en ella burlándose de mi poca "capacidad para actuar". Me ofrecieron sexo en cabinas, transexuales por 15 euros y hash barato; yo solo quería... olvidar, y ahora, sin esa tranquilidad del cementerio de Montparnasse he logrado olvidarme que existía una mujer hace apenas unos meses.
OBJETOS INSULSOS QUE TENGO EN CASA
-----Qué ha pasado con Lille----- me preguntan algunas personas. -----No creo que la hayas olvidado------. Ni yo "creo", pero está a 11 horas de la ciudad de México y no han sido muy agradables los últimos encuentros en el msn. No fue un "love affaire" sin sentido o "vacío"; solo fue una "ilusión", un "engaño mutuo" que nos hacía sentir mejor; ahora que he descubierto estos cds de Travis, me pregunto si a Lille le hubiese gustado escucharlos. Llevé algunos cds el día del encuentro con Lille, pero ni si quiera la música "suavizó" todo el dolor que no pudo contener. Quise hacer las cosas bien ese jueves, estaba dispuesto a olvidar mis fastidiados miedos, pero no salieron las cosas bien; y luego, como suelo hacerlo, hice mal lo que seguía, pero aquella mezcla de rabia y tristeza me mandaron a casa de Luis para beber y encontrar un buen refugio. ¿Se habrá terminado mi historia con Lille? ¿Habrá más para un "breve romance" que nunca comenzó como tal?. Ha pasado un poco de todo desde ese jueves; mi abuela que tenía 96 años falleció; las nostalgias se hicieron como leche rancia; durante cuatro días soñé que asaltaba una vinatería para conseguir cerveza, pero ni siquiera pude levantarme de cama; tres o cuatro veces han dicho que ahora si darán los resultados sobre el concurso de textos sobre Buk; todo eso ha pasado, y no se si la historia entre Lille y Yo de verdad nunca comenzó.
Esas historias truncas hay que cerrarlas de alguna forma, aunque me sigan rondando imágenes de Lille cambiando de tercera a cuarta en su jetta y marcando mi número de móvil, debo poner esa pequeña historia de dos o tres semanas, quizás en el mismo "paquetito" que incluyen a un par de personas más. Esas tres personas han sido un año de malestares y pérdida de tiempo con enojos y "malos entendidos". Hubo buenos momentos, pero prefiero "enmohecerlos", a final de cuentas tres estilos de vida muy diferentes y con una parte de ese "paquetito", resentimientos que llegaron al punto de sentirme ahogado y mejor sin su presencia. Era como llenar un espacio de mi habitación con "artificiosos objetos llenos de glamour" que sabía que no podría mantener, "objetos" que demandaba todo de mí; y yo solo quería estar en paz, con un gran vaso lleno de hielos para mezclarlos con alcohol y observar todos esos "objetos" insulsos que tengo en casa.
Esas historias truncas hay que cerrarlas de alguna forma, aunque me sigan rondando imágenes de Lille cambiando de tercera a cuarta en su jetta y marcando mi número de móvil, debo poner esa pequeña historia de dos o tres semanas, quizás en el mismo "paquetito" que incluyen a un par de personas más. Esas tres personas han sido un año de malestares y pérdida de tiempo con enojos y "malos entendidos". Hubo buenos momentos, pero prefiero "enmohecerlos", a final de cuentas tres estilos de vida muy diferentes y con una parte de ese "paquetito", resentimientos que llegaron al punto de sentirme ahogado y mejor sin su presencia. Era como llenar un espacio de mi habitación con "artificiosos objetos llenos de glamour" que sabía que no podría mantener, "objetos" que demandaba todo de mí; y yo solo quería estar en paz, con un gran vaso lleno de hielos para mezclarlos con alcohol y observar todos esos "objetos" insulsos que tengo en casa.
lunes, octubre 11, 2004
UN ESTADO CASI VEGETATIVO
Por la madrugada de ayer no podía dormir, ja mis pequeñas ensoñaciones eran sobre mi capacidad para los video juegos y tonteras por el estilo; y por alguna razón al estar moviéndome y moviéndome, hice como que abrazaba a alguien y la primera persona a la que extrañé fue a Karina. Pensé en que a ella le puede parecer injusto la forma en como la traté, sin embargo, si pudiesen percibir la frialdad y sus desplantes de "No me importas", se sentirían igual que yo; solía decirle a Karina que al dormir parecía un muerto, no se movía para nada, aunque yo me levantara y prendiera el x box o hiciera ruido con las botellas de caguama, Karina seguía tranquilamente dormida. Me gustan los "muertos físicos", puedo pasar horas viendo fotos de "ellos", de cuerpos inertes posando (como el trabajo fotográfico de Joel Peter Witkin ) o en una "mesa de autopsias"; sin embargo, ésta última vez que Karina subió al auto parecía un zombie, si algún gesto emitía su rostro era angustia, después se desvaneció y su expresión durante el transcurso fue la misma: "dura". Parecía la tercera parte de Necromantik: Juan Beat conduciendo su auto, y su "muerta", ya con olor fétido acompañándolo; no hubiese estado mal, pero la Karina de ese día respiraba, ni gestos hizo con el cd a todo volumen de Diego el Cigala. No me justifico, se que Karina hizo lo suyo para "intentarlo de nuevo", solo que yo no estaba dispuesto a soportar su estado casi vegetativo. Me pregunto si existe algo que "la haga sentir"...
EL OLOR HABIA VUELTO...
Cuando la conocí traté de "impresionarla", le hablé de mi necrofilia pasiva y me comporté más odioso de lo que soy; solo han pasado semanas, muy pocas semanas, y ahora solo le digo que no me importa si fuma y fuma, o si la migraña que la aqueja la lleve "hacía la locura", además, no me gustan las personas "cuerdas", de esas hay demasiadas. Ayer me dijo que me había escrito algo, yo insistentemente le pedía que me diera aquellas letras, hoy por la tarde recibí un mail y ha sido una buena sorpresa lo que ella me ha escrito...
EL OLOR HABIA VUELTO
El olor había vuelto. Carolina se desmoronaba en cada respiración. Contempló la calle, bebía un tinto avinagrado y fumaba un Montana casi mojado.
Le parecía absurdo el retorno de ese olor, hacía 1 mes que Juan aparecía en su vida, y desde entonces los recuerdos, olores y tactos se veían desaparecer. Pero el olor aumentaba y Carolina entraba en un estado de asco y desesperación. Juan llegaría en cualquier momento y ella seguía desnuda junto a la ventana, sintiendo como el olor penetraba de nuevo entre sus piernas. La voz de Janis Joplin erizaba sus pezones, el recuerdo la atacaba, convulsiones arítmicas la embestían, voces, gritos, rostros, sombras, persecuciones.
Buscó en el cajón la hoja donde amontonaba la hierba, tenía un color mortífero, como si la piel verdosa estuviera podrida y enclaustrada en el papel. Sacó la pipa que tenía grabado su nombre y la llenó del material pastoso, fueron tres las veces que el humo se vació en su interior. El timbre sonó y justo cuando giró la perilla sintió su desnudez. Estaba en la puerta el hombre que amaba sin conocerlo, que llenaba de ansia y deseo su ser, y que no conocía...ni siquiera por foto.
La sorpresa de verla desnuda, provocó en él una leve sonrisa, apenas perceptible. Carolina dijo un –ya te esperaba- inerme.
El abrazo les cortó por instantes el aliento, Juan hablaba de su viaje y de las muchas personas que viajaban en autobús, mientras le observaba los pezones erizados a su compañera. De manera natural Carolina encendió un cigarro, ni siquiera le preguntó si le molestaba. Juan tosía y sus gestos denotaban enojo, malestar. La radio aún sonaba con la voz de Joplin, la calle en silencio parecía escuchar la charla sin sentido, que ahora habitaba en el departamento 6 de una calle de la ciudad. El olor la golpeó de nuevo, la angustia se veía entre las pupilas dilatadas...el olor se mezclaba entre los muebles, entre el tiempo. Las manos de Juan la acariciaban, pero el protervo olor no cesaba.
Líquido blanco brotaba de su sexo, Carolina en el suelo jugaba al amor, las carcajadas penetraban los sentidos de él, iracundo la buscaba en el mosaico, le hablaba del ahora, del aquí, de los dos. Carolina se perdía en su agonía, buscaba un cuerpo, una mano. Un padrenuestro se escuchaba a lo lejos, las paredes se ensanchaban, los colores transgredían el espacio, las voces revoloteaban.
El trance parecía interminable, Juan tomó el teléfono gris que estaba en la mesa de sala y llamó a una ambulancia.
El olor se difuminaba, Carolina repetía una y otra vez “down on me” de la Janis, mientras Juan se buscaba entre la memoria, el tinto le amargó el gaznate, mientras ella, yacía balsámica, estúpida, vomitada entre las sombras.
Rosminda Perlasca
EL OLOR HABIA VUELTO
El olor había vuelto. Carolina se desmoronaba en cada respiración. Contempló la calle, bebía un tinto avinagrado y fumaba un Montana casi mojado.
Le parecía absurdo el retorno de ese olor, hacía 1 mes que Juan aparecía en su vida, y desde entonces los recuerdos, olores y tactos se veían desaparecer. Pero el olor aumentaba y Carolina entraba en un estado de asco y desesperación. Juan llegaría en cualquier momento y ella seguía desnuda junto a la ventana, sintiendo como el olor penetraba de nuevo entre sus piernas. La voz de Janis Joplin erizaba sus pezones, el recuerdo la atacaba, convulsiones arítmicas la embestían, voces, gritos, rostros, sombras, persecuciones.
Buscó en el cajón la hoja donde amontonaba la hierba, tenía un color mortífero, como si la piel verdosa estuviera podrida y enclaustrada en el papel. Sacó la pipa que tenía grabado su nombre y la llenó del material pastoso, fueron tres las veces que el humo se vació en su interior. El timbre sonó y justo cuando giró la perilla sintió su desnudez. Estaba en la puerta el hombre que amaba sin conocerlo, que llenaba de ansia y deseo su ser, y que no conocía...ni siquiera por foto.
La sorpresa de verla desnuda, provocó en él una leve sonrisa, apenas perceptible. Carolina dijo un –ya te esperaba- inerme.
El abrazo les cortó por instantes el aliento, Juan hablaba de su viaje y de las muchas personas que viajaban en autobús, mientras le observaba los pezones erizados a su compañera. De manera natural Carolina encendió un cigarro, ni siquiera le preguntó si le molestaba. Juan tosía y sus gestos denotaban enojo, malestar. La radio aún sonaba con la voz de Joplin, la calle en silencio parecía escuchar la charla sin sentido, que ahora habitaba en el departamento 6 de una calle de la ciudad. El olor la golpeó de nuevo, la angustia se veía entre las pupilas dilatadas...el olor se mezclaba entre los muebles, entre el tiempo. Las manos de Juan la acariciaban, pero el protervo olor no cesaba.
Líquido blanco brotaba de su sexo, Carolina en el suelo jugaba al amor, las carcajadas penetraban los sentidos de él, iracundo la buscaba en el mosaico, le hablaba del ahora, del aquí, de los dos. Carolina se perdía en su agonía, buscaba un cuerpo, una mano. Un padrenuestro se escuchaba a lo lejos, las paredes se ensanchaban, los colores transgredían el espacio, las voces revoloteaban.
El trance parecía interminable, Juan tomó el teléfono gris que estaba en la mesa de sala y llamó a una ambulancia.
El olor se difuminaba, Carolina repetía una y otra vez “down on me” de la Janis, mientras Juan se buscaba entre la memoria, el tinto le amargó el gaznate, mientras ella, yacía balsámica, estúpida, vomitada entre las sombras.
Rosminda Perlasca
viernes, octubre 08, 2004
UNO DE ESOS QUE SE OLVIDAN DESPUES DE UN TIRO EN LA SIEN...
Hay que estar realmente trisste para ver películas porno y solo escuchar los gemidos y sin ningún problema llevarme a la boca algunas frituras y dar sorbos y sorbos de whiskey barato. Me han vaciado una vez más, y no me importa mi transgredido estado físico, solo estoy listo para ir por hash y conducir ebrio. Esta última semana, ni conducir me ha liberado de la furia que ella me ha ocasionado; es un mix entre la trisstesa y una molestia, no se a qué se debe, si todo estaba muy claro. Debí pensar antes de involucrarme de alguna forma con Lille; ella estaba a 10 horas de distancia de la ciudad de México, siempre me escribía en francés y aunque no entendía del todo, no compré diccionario ni un programa de translate para mi mac. Daniela tiene razón, hay que ser más racionales para eso de las relaciones humanas; y se necesita estar desesperado, solo o vacío para hacerse la idea que la otra persona realmente no solo piensa en sus intereses. Creo que yo estaba desesperado; debo terminar este "breve romance", aunque desde aquel jueves que Lille vino, todo se fue a la mierda, ¿Debería estar agradecido?
martes, octubre 05, 2004
MILESIMAS DE SEGUNDO
Fernández atacó desde el inicio de la carrera, le "robo" la primera posición al experimentado brasileño Helio Castroneves; así se mantuvo hasta la primera parada de pits, que como ya es "una costumbre", lo mandó muchos lugares atrás. Gran parte de la carrera estuvo en el lugar 14, realmente pensé que sería muy difícil recuperarse de esas malas paradas en los pits, sin embargo, poco a poco fue remontando hasta llegar al cuarto lugar a unos 10 segundo de Kanaan. Después de una bandera amarilla, en la re-arrancada, Adrián muy agresivo rebasó por la parte exterior a Buddy Rice y a Helio Castroneves para colocarse en segundo lugar. Durante unas 18 vueltas estuvo peleando rueda a rueda con Kanaan, pero fue hasta la última, que de nuevo, con la puesta a punto mejor sin succión, por la parte exterior le ganó la carrera al ya campeón 2004 de la IRL: Tony Kanaan. Solo fueron milésimas de segundo, y Fernández obtuvo su segunda victoria consecutiva.
Tenía mis prejuicios bien "fundamentados" por la Indy Racing Ligue, pero nunca antes desde que Adrián Fernández se paso a este serial había visto alguna carrera de IRL. Me sorprendí al ver lo espectacular que es, aún cuando solo se corre en óvalos, al menos 15 de los 21 autos siempre dan pelea; la F1 me da un poco de flojera desde que Michael Schumacher y su Ferrari han "acaparado" desde hace ya unos años, y últimamente en la Champ Cart, el Francés Sebastien Bourdais que maneja bastante bien no deja "lucir a nadie", ni al "asqueroso y salvaje conductor" Paul Tracy, y menos a alguno de los Mexicanos que han tenido una malísima temporada por cambio de equipo, por errores o por "mala suerte". Se rumora que Michael Jourdain (actualmente manejando para Rusport) está tentado ahora si por cambiarse a la IRL, varios equipos están intentando convencerlo, pero si no quiso salir junto con Rahal, que tanto en Champ Cart como en IRL tiene buenos autos, puede que sea difícil "el cambio".
La última carrera de la IRL será en Texas, un óvalo parecido a Fontana y Chicago, Fernández seguramente estará listo para subirse al podio de nuevo; ja... debo llamarme también "corredor de autos" frustrado, lo intenté en algunas ocasiones en los Karts, pero soy demasiado impulsivo y suelo ira a "fondo" aunque no sea necesario, si yo "corriera" sería un peligro para los otros pilotos, mejor sigo viendo por tv las carreras de autos y escribiendo mis horribles historias en un blog.
Tenía mis prejuicios bien "fundamentados" por la Indy Racing Ligue, pero nunca antes desde que Adrián Fernández se paso a este serial había visto alguna carrera de IRL. Me sorprendí al ver lo espectacular que es, aún cuando solo se corre en óvalos, al menos 15 de los 21 autos siempre dan pelea; la F1 me da un poco de flojera desde que Michael Schumacher y su Ferrari han "acaparado" desde hace ya unos años, y últimamente en la Champ Cart, el Francés Sebastien Bourdais que maneja bastante bien no deja "lucir a nadie", ni al "asqueroso y salvaje conductor" Paul Tracy, y menos a alguno de los Mexicanos que han tenido una malísima temporada por cambio de equipo, por errores o por "mala suerte". Se rumora que Michael Jourdain (actualmente manejando para Rusport) está tentado ahora si por cambiarse a la IRL, varios equipos están intentando convencerlo, pero si no quiso salir junto con Rahal, que tanto en Champ Cart como en IRL tiene buenos autos, puede que sea difícil "el cambio".
La última carrera de la IRL será en Texas, un óvalo parecido a Fontana y Chicago, Fernández seguramente estará listo para subirse al podio de nuevo; ja... debo llamarme también "corredor de autos" frustrado, lo intenté en algunas ocasiones en los Karts, pero soy demasiado impulsivo y suelo ira a "fondo" aunque no sea necesario, si yo "corriera" sería un peligro para los otros pilotos, mejor sigo viendo por tv las carreras de autos y escribiendo mis horribles historias en un blog.
DIAS COMO ESTOS...
Fuera de la Coliseo,
cerca de Perú 15,
frente a los puestos donde venden pequeños rings,
Luchadores mal hechos de plástico
(de niño tenía cientos),
máscaras,
viejas fotos del santo;
Alvaro,
Toma fotos,
Un anciano, al lado mío, con la cajuela de su auto abierta;
Más tarde,
Por Peralvillo, Matamoros, la lagunilla;
Acetatos de julio jaramillo,
Todo tipo de ropa usada,
Una gorra de los Sabres de Búfalo,
Una televisión blanco y negro con aspecto espacial;
Sobre la banqueta,
Borrachos cantando,
Tomando cualquier alcohol;
Seguramente,
Dentro de algún edifico del centro de la ciudad,
Alguna mujer está chupando los pezones de su hermana
Los niños con sus máscaras puestas juegan a la lucha libre;
Mi mujer duerme.
Toda la tarde caminamos,
Tomamos fotos,
Nos despedimos en el zócalo,
Saqué de mi mochila una de las máscaras que compramos
Me la puese
Y me regresé a perú 15 a dormir.
Al día siguiente,
A las 9:00 am
Dos policias me detuvieron,
Cuestionaron mi presencia,
A los 5 minutos se cansaron y se fueron.
Un viejo,
Me pidió le abriera su cerveza,
Me dio una,
Se quejó de su mujer,
De los años que llevaban casados,
De su bolsa de mandado sacaba cervezas, pan dulce, tequila.
Antes de irse,
Me dejó una cerveza, y una bolsa de galletas.
Recordé que traía mis discman
Y me eché a dormir de nuevo.
cerca de Perú 15,
frente a los puestos donde venden pequeños rings,
Luchadores mal hechos de plástico
(de niño tenía cientos),
máscaras,
viejas fotos del santo;
Alvaro,
Toma fotos,
Un anciano, al lado mío, con la cajuela de su auto abierta;
Más tarde,
Por Peralvillo, Matamoros, la lagunilla;
Acetatos de julio jaramillo,
Todo tipo de ropa usada,
Una gorra de los Sabres de Búfalo,
Una televisión blanco y negro con aspecto espacial;
Sobre la banqueta,
Borrachos cantando,
Tomando cualquier alcohol;
Seguramente,
Dentro de algún edifico del centro de la ciudad,
Alguna mujer está chupando los pezones de su hermana
Los niños con sus máscaras puestas juegan a la lucha libre;
Mi mujer duerme.
Toda la tarde caminamos,
Tomamos fotos,
Nos despedimos en el zócalo,
Saqué de mi mochila una de las máscaras que compramos
Me la puese
Y me regresé a perú 15 a dormir.
Al día siguiente,
A las 9:00 am
Dos policias me detuvieron,
Cuestionaron mi presencia,
A los 5 minutos se cansaron y se fueron.
Un viejo,
Me pidió le abriera su cerveza,
Me dio una,
Se quejó de su mujer,
De los años que llevaban casados,
De su bolsa de mandado sacaba cervezas, pan dulce, tequila.
Antes de irse,
Me dejó una cerveza, y una bolsa de galletas.
Recordé que traía mis discman
Y me eché a dormir de nuevo.
domingo, septiembre 26, 2004
SE ME OLVIDO QUE TE OLVIDE...
Eso aveces sucedía con Karina, pero hoy si se me ha olvidado que "olvido muchas cosas". Si hubiesen tocado solo dos canciones habría valido la pena el concierto de Chucho Valdés (Hijo de Bebo Valdés) y Diego el Cigala; ha sido el concierto que más me recordó momentos trístes, son caciones viejas, la mayoría "boleros" bien fusionados con el rítmo afro-antillano del fundador de la orquesta Irakere, y el cante doloroso y bastante expresivo de Dieguito el Cigala . -------Cuando Chucho y yo bebíamos unos tragos en su casa me dijo: tienes que escuchar a Rolando la Serie, y el Maestro Valdés sabía porque; esa canción me partió el alma------ Y eso fue lo que me pasó a mí, me desgarro, muchos "flash backs" me bombardearon mientras una espantosa luz amarilla daba directo a mi cara. Yo que siempre añoré escuchar a Camarón de la Isla interpretando alguna burlería, y que me lamenté haber perdido la mitad del concierto de Morente en Madrid, con esto ha quedado compensado; se desprende tanto dolor cuando el Cigala "echa las palmas" y su cante retumba, que aún no "me recupero" de ese par de canciones que quise que duraran muchísimo. Si hay algo que no "puedo olvidar" es cuando alguien hace que mis recuerdos me dejen en estado "vegetativo".
jueves, septiembre 23, 2004
PONDREMOS LAS SABANAS EN LA CAMA, PARA NO MANCHARLA
Este fue el primer relato que escribí ya hace algunos años, y lo malo es que fue verdad, estaba tremendamente ebrio...
Mayo 16, Mendelssohn sonaba en mi diskman kenwood, solía caminar de Perú hacia una tienda de abarrotes que se encontraba en brasil, vomité un poco, seguí caminando y escuché que alguien gritaba: quién diablos es William Burroughs, aquí solo tenemos literatura universal. Llegué a la tienda, compre un ron barato (que era para lo único que me alcanzaba). Comencé a beber desde las 10 AM, al medio día entré a una librería “muy concurrida” vi a una mujer con playera y pantalón azul, miré su nombre en el gafete que le colgaba del seno izquierdo. Me acerqué y le pregunté ----qué tienes de Burroughs---- Me llevó hacia un estante, tomó un libro y lo colocó sobre la parte superior del estante. “El almuerzo desnudo”, William S. Burroughs. Me fijé en el preció, ---- No te alcanza, ---preguntó--- Sólo tengo 31 pesos, no necesitas algún ayudante aquí, puedo acomodar tu gafete de manera correcta --- Estás loco, ¿quién diablos te crees?, ¿Burroughs? --- dijo--- No, Charlie Parker. ---Haz leído algo de Burroughs--- Creo que el metro blanco y junky.... ha naked lunch también ---conteste—Y entonces, para qué diablos quieres comprarlo de nuevo--- preguntó---- La verdad solo quería ver tu gran trasero. Colocó el libro en el lugar donde lo tomó, se acercó a mí y me soltó una cachetada, llamó a los de seguridad y me sacaron a empujones mientras yo gritaba ----¡suéltenme, soy Charlie Parker, qué putas no me conocen!----
Como a las 9 de la noche entré al toser records a buscar a un amigo que trabajaba en la sección de jazz. Antes de subir las escaleras que daban a la parte de world music me puse a ojear Hollywood de Bukowski, estuve casi una hora hasta que un tipo me dijo ---- no puedes ojear, vas a comprar o que--- No contesté nada, solo dejé el libro en su lugar y me dirigí hacia la sección de Jazz. Busqué a mi amigo, pregunté por él y nadie sabia nada. Me puse a revisar algunos cd´s, escuché que una mujer preguntaba por Charlie Parker, la gente que trabajaba dentro de la tienda no sabían nada; decían ----pregúntele a él, a ella... baje a world music... etc... ------ Me acerqué a la mujer y le dije-- ---Yo no trabajo aquí, pero se quien es Charlie parker... quisiera ser yo...----. ¿Ah si? Pues quiero un cd de Parker---dijo ella---. La tome del brazo y le indiqué donde estaban los compactos (tan fácil como buscar en la P). Le enseñé un cd, lo agarró y me dijo: te invito a cenar. Sólo si hay cerveza---le respondí--- Si, lo que quieras ---contestó----
Llegamos a un hotel con bastante buena apariencia, entramos al restaurante, tomamos una mesa y se acercó el mesero con la carta. Yo pedí pollo frito con papas, una cerveza y un plato de frutas; ella sólo ordenó una ensalada y un tequila. Me preguntó:
--- ¿Qué edad tienes?
--- 21 años
--- ¿a qué te dedicas?
--- a beber... y a escuchar música todo el día
--- Yo soy de Puerto Rico, llevó 23 días de vacaciones, ¿te gustaría follar? ---
Pedí otra cerveza
--- No lo sé
--- Por qué no, tengo tequila en mi cuarto---
Miré su cuerpo, me eché un pedo y bebí más cerveza
--- Sólo que hay un inconveniente --- dijo---
--- ¿Cuál?
---- Estoy reglando, pero no importa, compramos condones---
Seguí mirando su cuerpo
---- Y para no manchar las sabanas con sangre, pondremos las toallas
---- tengo mujer... solo he tenido dos mujeres... además, tengo que llegar a escuchar a Parker—le dije. Me levanté, di el ultimo sorbo a mi cerveza, y me fui corriendo al metro. Llegué a mi casa y escribí un poema. Y no era cierto que tenía mujer.
Mayo 16, Mendelssohn sonaba en mi diskman kenwood, solía caminar de Perú hacia una tienda de abarrotes que se encontraba en brasil, vomité un poco, seguí caminando y escuché que alguien gritaba: quién diablos es William Burroughs, aquí solo tenemos literatura universal. Llegué a la tienda, compre un ron barato (que era para lo único que me alcanzaba). Comencé a beber desde las 10 AM, al medio día entré a una librería “muy concurrida” vi a una mujer con playera y pantalón azul, miré su nombre en el gafete que le colgaba del seno izquierdo. Me acerqué y le pregunté ----qué tienes de Burroughs---- Me llevó hacia un estante, tomó un libro y lo colocó sobre la parte superior del estante. “El almuerzo desnudo”, William S. Burroughs. Me fijé en el preció, ---- No te alcanza, ---preguntó--- Sólo tengo 31 pesos, no necesitas algún ayudante aquí, puedo acomodar tu gafete de manera correcta --- Estás loco, ¿quién diablos te crees?, ¿Burroughs? --- dijo--- No, Charlie Parker. ---Haz leído algo de Burroughs--- Creo que el metro blanco y junky.... ha naked lunch también ---conteste—Y entonces, para qué diablos quieres comprarlo de nuevo--- preguntó---- La verdad solo quería ver tu gran trasero. Colocó el libro en el lugar donde lo tomó, se acercó a mí y me soltó una cachetada, llamó a los de seguridad y me sacaron a empujones mientras yo gritaba ----¡suéltenme, soy Charlie Parker, qué putas no me conocen!----
Como a las 9 de la noche entré al toser records a buscar a un amigo que trabajaba en la sección de jazz. Antes de subir las escaleras que daban a la parte de world music me puse a ojear Hollywood de Bukowski, estuve casi una hora hasta que un tipo me dijo ---- no puedes ojear, vas a comprar o que--- No contesté nada, solo dejé el libro en su lugar y me dirigí hacia la sección de Jazz. Busqué a mi amigo, pregunté por él y nadie sabia nada. Me puse a revisar algunos cd´s, escuché que una mujer preguntaba por Charlie Parker, la gente que trabajaba dentro de la tienda no sabían nada; decían ----pregúntele a él, a ella... baje a world music... etc... ------ Me acerqué a la mujer y le dije-- ---Yo no trabajo aquí, pero se quien es Charlie parker... quisiera ser yo...----. ¿Ah si? Pues quiero un cd de Parker---dijo ella---. La tome del brazo y le indiqué donde estaban los compactos (tan fácil como buscar en la P). Le enseñé un cd, lo agarró y me dijo: te invito a cenar. Sólo si hay cerveza---le respondí--- Si, lo que quieras ---contestó----
Llegamos a un hotel con bastante buena apariencia, entramos al restaurante, tomamos una mesa y se acercó el mesero con la carta. Yo pedí pollo frito con papas, una cerveza y un plato de frutas; ella sólo ordenó una ensalada y un tequila. Me preguntó:
--- ¿Qué edad tienes?
--- 21 años
--- ¿a qué te dedicas?
--- a beber... y a escuchar música todo el día
--- Yo soy de Puerto Rico, llevó 23 días de vacaciones, ¿te gustaría follar? ---
Pedí otra cerveza
--- No lo sé
--- Por qué no, tengo tequila en mi cuarto---
Miré su cuerpo, me eché un pedo y bebí más cerveza
--- Sólo que hay un inconveniente --- dijo---
--- ¿Cuál?
---- Estoy reglando, pero no importa, compramos condones---
Seguí mirando su cuerpo
---- Y para no manchar las sabanas con sangre, pondremos las toallas
---- tengo mujer... solo he tenido dos mujeres... además, tengo que llegar a escuchar a Parker—le dije. Me levanté, di el ultimo sorbo a mi cerveza, y me fui corriendo al metro. Llegué a mi casa y escribí un poema. Y no era cierto que tenía mujer.
jueves, septiembre 16, 2004
GLEN OR GLENDA?
Hace un par de días me llegó un mail con un "pequeño poema" cursi, incluso le comenté a berenice que lo subiría al blog y luego me mofaría hasta el cansancio, pero como quería evitarme tal acto vil, traté de contactar a la tal justine por msn para "instalarle un sub7" o "devolverle" su poema, ´creí que una plática "interesante" calmaría el dolor de cabeza que últimamente me ha estado molestando; sin embargo, hoy por la tarde, al revisar mi mail, el novio de la tal justine muy amablemente me contaba de una pequeña equivocación, él fue quien escribió esas letras cursilonas (según su versión) que iban dirigidas a su novia "justine". Yo no entendí nada, "él era ella o ella era él", así como en la película de glen or glenda, el caso es que borré ese mail y eso fue lo que le puse en el replay. No pasaron ni 2 minutos y mi bandeja de entrada estaba lleno de adjetivos como "eres un homosexual", "no te hagas ilusiones"... entendí menos a justine o justino y lo único que pude recomendarle fue que escribiera "otro textito bonito" o buscara "A la puta que se llevó mis poemas de Buk"; y como soy una persona amable, le ahorraré la busqueda...
A LA PUTA QUE SE LLEVO MIS POEMAS
CHARLES BUKOWSKI
Algunos dicen que debemos eliminar del poema
los remordimientos personales,
permanecer abstractos, hay cierta razón en esto, pero
¡POR DIOS!
¡Doce poemas perdidos y no tengo copias!
¡Y también te llevaste mis cuadros, los mejores!
¡Es intolerable!
¿Tratas de joderme como a los demás?
¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero?
Usualmente lo sacan de los dormitorios y de los pantalones borrachos y enfermos en el rincón.
La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de 50,
pero no mis poemas.
No soy Shakespeare
pero puede ser que algún día ya no escriba más,
abstractos o de los otros.
Siempre habrá dinero y putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios,
cruzándose de piernas:
"veo que he creado muchos poetas
pero no mucha poesía."
A LA PUTA QUE SE LLEVO MIS POEMAS
CHARLES BUKOWSKI
Algunos dicen que debemos eliminar del poema
los remordimientos personales,
permanecer abstractos, hay cierta razón en esto, pero
¡POR DIOS!
¡Doce poemas perdidos y no tengo copias!
¡Y también te llevaste mis cuadros, los mejores!
¡Es intolerable!
¿Tratas de joderme como a los demás?
¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero?
Usualmente lo sacan de los dormitorios y de los pantalones borrachos y enfermos en el rincón.
La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de 50,
pero no mis poemas.
No soy Shakespeare
pero puede ser que algún día ya no escriba más,
abstractos o de los otros.
Siempre habrá dinero y putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios,
cruzándose de piernas:
"veo que he creado muchos poetas
pero no mucha poesía."
viernes, septiembre 10, 2004
"TOUS EN DORMANT"
JUAN BEAT
Soñaba con ser crítica de arte, de buen cuerpo, siempre vestida con ropa ajustada, se sentaba en el escritorio de su jefa y cruzaba las piernas. No era crítica de arte, solo una simple secretaria que contestaba el teléfono, ofrecía café y coca cola y la "usaban" para "entretener a los clientes de la oficina". Era una empresa que desarrollaba páginas de Internet, tenían bastante personal que vestía siempre de traje y faldas cortas. Uno que otro llevaba playeras estampadas con imágenes de viejas bandas de metal, pero la mayoría vestía de acuerdo al trabajo. Edna, la crítica de arte frustrada, vivía hacinada en un pequeño departamento del centro de la ciudad. En tres pequeños cuartos se dividían 8 personas; Edna y sus hermanos, además de su madre y su novio. La madre de unos 55 años había conocido al joven de 20 en un baño sauna. En eso trabajaba la madre, dando masajes en un sauna ubicado en la Colonia Roma. Por las noches, ese lugar se convertía en un after hours con un cover barato y cuartos de "relajación". Ya hace 2 años que Manuel había asistido al sauna y entre masaje, relajación y felaciones, quedaron "enamorados". Ella lo llevo a vivir a su pequeño departamento. Edna y sus hermanos no de muy buena gana lo aceptaron, pero con el tiempo se acostumbraron, incluso lo extrañaban cuando solía desaparecer debido a su trabajo en la destilería de alcohol pirata en la colonia Morelos. Habían llegado a quererlo tanto que cuando era arrestado en los operativos de la policía, Edna principalmente pagaba su fianza, y juntos todos, después iban al cine porque Edna no olvidaba "su verdadera vocación", el cine.
Edna no tenía novio, pasaba los fines de semana comiendo pizza y viendo las películas que rentaba en un pequeño video club llamado "Movie factory". Sin embargo, estaba enamorada de su jefa. Siempre por las mañanas le tenía una rosa, una coca cola de lata con un popote, y breves cartas deseándole buen día, buen fin de semana o cualquier cosa. Siempre que se acercaba a su jefa, se inclinaba un poco hacía adelante para que se notaran más sus grandes senos que sobresalían en esas escotadas blusas. Rigel, la Jefa de Edna, no se "daba tiempo" para noviazgos ni para fijarse en los enormes senos de su secretaria. Rigel solo se sentaba frente a la máquina y se perdía por horas. Casi siempre comía en la oficina, un sandwich de pollo y una coca cola fría de lata.
Una tarde, el trabajo había salido rápido y por fin Edna se atrevió a decirle a Rigel ----Comemos juntas, mis hermanos están fuera de casa, y mi madre ahora le ayuda a su novio en el trabajo por las noches-----. Rigel movió la cabeza aceptando, aunque lo que ella pensaba era en cómo pasar al siguiente nivel de un juego en línea llamado Ever Quest. Cuando "se dio cuenta" ya estaba dentro del auto conduciendo hacia el centro de la ciudad. Edna la llevo primero al video club "Movie Factory". El encargado, JB, era aficionado al porno, tenía una novia con cierto problema psiquiátrico y fan de "Yeah Yeah Yeahs". Por "extraña razón", no sonaba ese punk estruendoso en el video club, JB, por esos días, prefería canciones como "Fruit bubble love y Motor cycle go go go" de esas maravillosas japonesas, The 5.6.7.8´s, que había descubierto en un acoplado surfero extraviado por algún asiduo cliente "porno" del video club. Los estante estaban sucios y se dividían entre películas ochenteras mexicanas como: Tres lancheros bien picudos, El vampiro teporocho, Metiche y encajoso, El lambiscón verde, etc.; y el porno que siempre era lo que más se rentaba.
Rigel esperó en el auto, Edna entró al video club y tomó un par de películas, le gustaban las de woody allen, creía que eso era verdadero cine de autor. A JB le parecía basura, pero con gusto se las conseguía, ya que el pago era comúnmente follar mientras Aide, la novia de JB, lloraba en el baño, saliendo de sus audífonos a todo volumen un cd de Fever to hell de los Yeah... Edna tomó las películas y salió, el auto ya no estaba, buscó en los alrededores y no supo más de Rigel. Con un rostro totalmente triste, Edna caminó hacia la pizzería, compró una "vegetariana" y lentamente, con lágrimas en los ojos se fue a su casa.
JB llevaba semanas esperando a que Aide apareciera. Un domingo por la tarde, al salir del baño Aide y darse cuenta de que JB estaba tendido en el sillón, con los pantalones hasta los tobillos; silenciosamente se dirigió hacia la cocina, tomó un poco del dinero de los "ahorros" (que guardaban en un frasco de "sal") y se fue. JB no estaba preocupado, los médicos le habían dicho que Aide podía tener ese tipo de crisis maniaco-depresivas, pero que con el medicamento estaría bien. Esos Psiquiatras no saben ni putas, le gritaba Aide a JB después de cada visita; JB solo reía y al subir al viejo auto subía el volumen y se olvidaba de ella. Siempre iba muy asustada, JB era realmente loco para manejar, además de que en su intento por ir rápido, no cesaba con el espantoso sonido del claxon, Aide terminaba llorando y JB, enloquecido dentro de la vieja caribe. Cerca de las nueve de la noche, tocaron la puerta, JB pensó que era Aide, y muy preocupado fue a abrir. Edna con una gran sonrisa le dijo ------Buenas noches, vengo a "pagarte"-----. JB miró afuera, tenía un leve esperanza de que detrás de esa sonrisa apareciera Aide. -------Bien, pasa, espera en la sala, iré por música-----. Edna, aún triste por esa súbita ida de Rigel pasó y se sentó en el pegajoso sillón. JB fue al pequeño cuarto que desde hace un año había compartido con Aide y se recostó un poco, había bebido demasiado y rápidamente se quedó dormido. Edna, se acurrucó en el sillón, lloraba bastante y lo único que ella quería era compañía. Pasó una hora, y el cansancio "emocional" la hizo quedarse dormida.
Rigel iba a 125 en su auto, fumaba; y todo lo que se escuchaba dentro del auto era la voz melancólica de George Michael. Bebía una cerveza caliente, y fijamente, con esa ansiedad que le acompañaba seguido, su mirada solo iba en el asfalto. No estaba triste, ni molesta, solo, había sentido la necesidad de escapar de esa mujer "artificiosa". Llegó a casa pasadas las 10 pm, subió a su cuarto, golpeó el aparato de sonido, logrando sacar un cd de Bjork, lo puso en su discman y se tiró en la cama...
Aide abrió la puerta, de nuevo había alguien en el sillón, en el cuarto JB estaba totalmente perdido, cerró bien las ventanas (fuertemente como si quisiera sellarlas); tomó el dinero que restaba de los ahorros, y solo se le ocurrió abrir las llaves del gas. Sonrió complacida, susurró en su "mal francés" ---- "tous en dormant"... y de nuevo se fue.
Soñaba con ser crítica de arte, de buen cuerpo, siempre vestida con ropa ajustada, se sentaba en el escritorio de su jefa y cruzaba las piernas. No era crítica de arte, solo una simple secretaria que contestaba el teléfono, ofrecía café y coca cola y la "usaban" para "entretener a los clientes de la oficina". Era una empresa que desarrollaba páginas de Internet, tenían bastante personal que vestía siempre de traje y faldas cortas. Uno que otro llevaba playeras estampadas con imágenes de viejas bandas de metal, pero la mayoría vestía de acuerdo al trabajo. Edna, la crítica de arte frustrada, vivía hacinada en un pequeño departamento del centro de la ciudad. En tres pequeños cuartos se dividían 8 personas; Edna y sus hermanos, además de su madre y su novio. La madre de unos 55 años había conocido al joven de 20 en un baño sauna. En eso trabajaba la madre, dando masajes en un sauna ubicado en la Colonia Roma. Por las noches, ese lugar se convertía en un after hours con un cover barato y cuartos de "relajación". Ya hace 2 años que Manuel había asistido al sauna y entre masaje, relajación y felaciones, quedaron "enamorados". Ella lo llevo a vivir a su pequeño departamento. Edna y sus hermanos no de muy buena gana lo aceptaron, pero con el tiempo se acostumbraron, incluso lo extrañaban cuando solía desaparecer debido a su trabajo en la destilería de alcohol pirata en la colonia Morelos. Habían llegado a quererlo tanto que cuando era arrestado en los operativos de la policía, Edna principalmente pagaba su fianza, y juntos todos, después iban al cine porque Edna no olvidaba "su verdadera vocación", el cine.
Edna no tenía novio, pasaba los fines de semana comiendo pizza y viendo las películas que rentaba en un pequeño video club llamado "Movie factory". Sin embargo, estaba enamorada de su jefa. Siempre por las mañanas le tenía una rosa, una coca cola de lata con un popote, y breves cartas deseándole buen día, buen fin de semana o cualquier cosa. Siempre que se acercaba a su jefa, se inclinaba un poco hacía adelante para que se notaran más sus grandes senos que sobresalían en esas escotadas blusas. Rigel, la Jefa de Edna, no se "daba tiempo" para noviazgos ni para fijarse en los enormes senos de su secretaria. Rigel solo se sentaba frente a la máquina y se perdía por horas. Casi siempre comía en la oficina, un sandwich de pollo y una coca cola fría de lata.
Una tarde, el trabajo había salido rápido y por fin Edna se atrevió a decirle a Rigel ----Comemos juntas, mis hermanos están fuera de casa, y mi madre ahora le ayuda a su novio en el trabajo por las noches-----. Rigel movió la cabeza aceptando, aunque lo que ella pensaba era en cómo pasar al siguiente nivel de un juego en línea llamado Ever Quest. Cuando "se dio cuenta" ya estaba dentro del auto conduciendo hacia el centro de la ciudad. Edna la llevo primero al video club "Movie Factory". El encargado, JB, era aficionado al porno, tenía una novia con cierto problema psiquiátrico y fan de "Yeah Yeah Yeahs". Por "extraña razón", no sonaba ese punk estruendoso en el video club, JB, por esos días, prefería canciones como "Fruit bubble love y Motor cycle go go go" de esas maravillosas japonesas, The 5.6.7.8´s, que había descubierto en un acoplado surfero extraviado por algún asiduo cliente "porno" del video club. Los estante estaban sucios y se dividían entre películas ochenteras mexicanas como: Tres lancheros bien picudos, El vampiro teporocho, Metiche y encajoso, El lambiscón verde, etc.; y el porno que siempre era lo que más se rentaba.
Rigel esperó en el auto, Edna entró al video club y tomó un par de películas, le gustaban las de woody allen, creía que eso era verdadero cine de autor. A JB le parecía basura, pero con gusto se las conseguía, ya que el pago era comúnmente follar mientras Aide, la novia de JB, lloraba en el baño, saliendo de sus audífonos a todo volumen un cd de Fever to hell de los Yeah... Edna tomó las películas y salió, el auto ya no estaba, buscó en los alrededores y no supo más de Rigel. Con un rostro totalmente triste, Edna caminó hacia la pizzería, compró una "vegetariana" y lentamente, con lágrimas en los ojos se fue a su casa.
JB llevaba semanas esperando a que Aide apareciera. Un domingo por la tarde, al salir del baño Aide y darse cuenta de que JB estaba tendido en el sillón, con los pantalones hasta los tobillos; silenciosamente se dirigió hacia la cocina, tomó un poco del dinero de los "ahorros" (que guardaban en un frasco de "sal") y se fue. JB no estaba preocupado, los médicos le habían dicho que Aide podía tener ese tipo de crisis maniaco-depresivas, pero que con el medicamento estaría bien. Esos Psiquiatras no saben ni putas, le gritaba Aide a JB después de cada visita; JB solo reía y al subir al viejo auto subía el volumen y se olvidaba de ella. Siempre iba muy asustada, JB era realmente loco para manejar, además de que en su intento por ir rápido, no cesaba con el espantoso sonido del claxon, Aide terminaba llorando y JB, enloquecido dentro de la vieja caribe. Cerca de las nueve de la noche, tocaron la puerta, JB pensó que era Aide, y muy preocupado fue a abrir. Edna con una gran sonrisa le dijo ------Buenas noches, vengo a "pagarte"-----. JB miró afuera, tenía un leve esperanza de que detrás de esa sonrisa apareciera Aide. -------Bien, pasa, espera en la sala, iré por música-----. Edna, aún triste por esa súbita ida de Rigel pasó y se sentó en el pegajoso sillón. JB fue al pequeño cuarto que desde hace un año había compartido con Aide y se recostó un poco, había bebido demasiado y rápidamente se quedó dormido. Edna, se acurrucó en el sillón, lloraba bastante y lo único que ella quería era compañía. Pasó una hora, y el cansancio "emocional" la hizo quedarse dormida.
Rigel iba a 125 en su auto, fumaba; y todo lo que se escuchaba dentro del auto era la voz melancólica de George Michael. Bebía una cerveza caliente, y fijamente, con esa ansiedad que le acompañaba seguido, su mirada solo iba en el asfalto. No estaba triste, ni molesta, solo, había sentido la necesidad de escapar de esa mujer "artificiosa". Llegó a casa pasadas las 10 pm, subió a su cuarto, golpeó el aparato de sonido, logrando sacar un cd de Bjork, lo puso en su discman y se tiró en la cama...
Aide abrió la puerta, de nuevo había alguien en el sillón, en el cuarto JB estaba totalmente perdido, cerró bien las ventanas (fuertemente como si quisiera sellarlas); tomó el dinero que restaba de los ahorros, y solo se le ocurrió abrir las llaves del gas. Sonrió complacida, susurró en su "mal francés" ---- "tous en dormant"... y de nuevo se fue.
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